Linguine y albóndigas de quínoa en una sabrosa salsa de tomate
In English | Reimpreso con autorización de The 10 Things You Need to Eat (Las diez cosas que debe comer) por Dave Lieberman y Anahad O'Connor (2010 William Morrow, sello editorial de HarperCollins Publishers).
Linguine y albóndigas de quínoa en una sabrosa salsa de tomate
"En las albóndigas tradicionales el pan se usa para darles un cuerpo ligero, pero pensé que con un poco de quínoa cocida se lograría el mismo fin y de paso se agregarían proteínas", dice Lieberman. "Resulta que la quínoa funciona de maravilla y la textura, aunque es diferente a la de las albóndigas de una abuela italiana, es divina por sí sola". Rinde 6 porciones.
Para preparar la salsa:
¼ taza de aceite de oliva
1 cebolla grande, finamente picada
3 tallos de apio, cortadas en mitades, a lo largo y luego cortadas transversalmente en rodajas muy finas
1 zanahoria grande, cortada en cuartos, a lo largo y luego cortadas transversalmente en rodajas muy finas
1 cucharadita de hojuelas picantes de pimienta roja trituradas
1 lata de 28 onzas de tomates, picados, con su jugo
4 dientes de ajo, picados
1 cucharada de vinagre balsámico
Sal y pimienta negra recién molida
Para preparar las albóndigas:
3 cucharadas de aceite de canola
1 cebolla pequeña, finamente picada
1 libra de carne magra de res molida
1½ tazas de quínoa cocida
½ taza de queso parmesano finamente rallado
1 huevo
3 cucharadas de hojas de perejil fresco, muy finamente picadas
½ cucharadita de sal
¾ cucharadita de pimienta negra recién molida
1 libra de linguine
Un gran puñado de hojas de albahaca fresca
Para elaborar la salsa, caliente el aceite de oliva en una olla grande a fuego mediano. Agregue la cebolla, el apio, la zanahoria y las hojuelas de pimienta roja y cocine hasta que se ablanden, por 10 o 15 minutos. Agregue los tomates, el ajo y el vinagre y cocine a fuego lento por 20 minutos adicionales. Sazone con sal y pimienta al gusto y aparte la olla para mantenerla tibia.
Para elaborar las albóndigas, precaliente el horno a 425 ˚F. Caliente el aceite de canola en una sartén pequeña a fuego mediano. Agregue la cebolla y cocine, parcialmente tapada, hasta que esté muy blanda, aproximadamente 10 minutos. Retire la sartén del fuego y déjela en reposo hasta que enfríe.
En un tazón para mezclar grande, combine la carne, la quínoa, el queso parmesano, el huevo, la sal, pimienta y cebolla templada. Revuelva hasta que se forme una mezcla homogénea sin grumos. Con la mezcla de carne, forme albóndigas de 2 pulgadas de diámetro y colóquelas en filas ordenadas en una bandeja para hornear forrada con papel de aluminio. Hornee por 20 a 25 minutos, hasta que se doren pero sigan sintiéndose suaves al tacto.
Cocine los linguine en una olla grande con agua salada hirviendo hasta que estén ''al dente''. Sirva la pasta con varias albóndigas y la salsa, y añada encima trozos de hojas de albahaca.