John McAfee: el multimillonario creador del programa antivirus y su desenfrenada vida

1. Podría estar aún con vida.

En sus últimos años, McAfee solía tener amantes muy jóvenes, algunas de las cuales se prostituían o llevaban una vida muy difícil. En Belice, su novia era Samantha Herrera, de 18 años, y se la llevó con él cuando huyó de Belice a Guatemala en el 2012, después del asesinato de su vecino Gregory Faull. Una vez que lo deportaron a EE.UU. en el 2013, McAfee dejó a Herrera en Belice. Aterrizó en Miami y al día siguiente contrató a una prostituta, Janice Dyson, con la que luego contrajo matrimonio. Cuando él murió, Dyson era aún su esposa. Sin embargo, es a Herrera a quien vemos al final de la película, cuando le cuenta al director Charlie Russell que recibió una misteriosa llamada varias semanas después de la muerte de McAfee. La persona dijo que era John, y le contó que había pagado para simular su muerte y que ahora vivía en Texas. ¿Será cierto? Herrera resulta más convincente de lo que imaginas, y Russell dice que no lo sabe.

2. Es posible que haya matado a su propio padre a escondidas.

Alex Cody Foster, un escritor fantasma que McAfee contrató para que escribiera su autobiografía, reproduce algunas cintas de entrevistas que hizo a McAfee y no se da cuenta de su importancia hasta que las cámaras empiezan a rodar. Foster dice que McAfee le contó que su infancia había sido muy desdichada: vio a su padre ebrio golpear violentamente a su madre, y él mismo también fue víctima de su violencia. Un día, cuando John tenía 15 años, su padre se suicidó de un disparo. ¿O no fue así? Escuchamos la voz de McAfee en la cinta: “Quiero cambiar el mundo. Quiero que mis hijos, mis nietos y tus hijos conozcan un mundo mejor que el nuestro, en el que tengamos un poco de amor”, comenta. “Y hay una cierta humanidad: este mundo en el que he vivido, en el que crecí con un padre que me quebró los brazos y abusó de mí hasta que fue insoportable, abusó de mi madre... hasta el punto en que hice algo al respecto”. Foster, al parecer conmocionado, se dirige a la cámara: “Vaya. No recordaba eso. No sabía que hubiera dicho eso [...]. Creo que eso último fue una confesión”.

3. Podría haber sido un candidato (a un Oscar).

Si no hubiera tenido éxito con el trabajo de codificación, McAfee podría haber competido con Marlon Brando en materia de actuación. Cuando se fugó a Guatemala desde Belice, McAfee fue detenido por entrar ilegalmente al país y se metió en graves problemas. Sin embargo, como siempre, ocultaba un plan bajo la manga. Mientras las fuerzas federales asediaban su hotel en la Ciudad de Guatemala, McAfee fumaba cigarrillos, tocaba la flauta y charlaba con el tío de su novia, un abogado con grandes contactos. Además, eligió ese momento para proponerle matrimonio a Herrera. Pero luego vemos que se llevan a McAfee en una camioneta de la Interpol, y a continuación lo transportan en una camilla al hospital tras sufrir un ataque al corazón. Pero en realidad no fue así. Lo simuló, con gran éxito. Las autoridades guatemaltecas se desentendieron de su caso y lo subieron a un avión con destino a Miami. Más tarde dijo que se había “hecho el loco”. “Fue un engaño, pero ¿a quién perjudicó? Me veo bastante saludable, ¿verdad?”. Agregó: “Todo el mundo me buscaba y no me atraparon. Me escapé, me capturaron y trataron de enviarme de regreso. Ahora estoy sentado en Miami. Tuvo que haber cierta ineptitud. ¿Cuál es la mejor historia? Millonario lunático fugitivo”.

4. McAfee reconoce haber querido matar a su familia durante tres “meses perdidos” por el consumo de drogas en la década de 1970.

En esa década, durante su matrimonio con su primera mujer, Lindsay —madre de una hija con la que McAfee se fotografió cuando era ella joven, aunque su identidad se mantuvo siempre oculta—, John comenzó a consumir un exceso de drogas y alcohol. Finalmente, su mujer lo dejó y se llevó a su hija a la casa de su madre en Virginia. Según No Domain: The John McAfee Tapes, una colaboración con el escritor escocés Mark Eglinton, McAfee ingirió una sobredosis de DMT, el potente alucinógeno llamado “molécula espiritual”, y perdió el contacto con la realidad durante tres meses.  “Iba a matar a mi madre, a mi esposa y a mi pequeña hija porque Dios me lo había ordenado”, le dijo a Eglinton. “Es importante que no me juzgues en este sentido, amigo mío. En mi mente, eso era lo único que podía hacer”.

5. Su viuda es todo un personaje, casi tanto como el propio McAfee.

Janice Dyson tenía 34 años —mayor que casi todas las mujeres de McAfee— cuando él la descubrió a la salida de un café de Miami y le pagó por un día y una noche de sexo. Dyson había trabajado como prostituta durante más de diez años; antes de McAfee, su relación más estable había sido con su violento proxeneta, y casi nunca veía a su hijo. Al preguntarle si había sentido amor a primera vista con McAfee, se expresó con una gran sinceridad.  “Ni en sueños... Solo vi una oportunidad”, afirma. En el documental, Dyson cuenta que cuando su proxeneta se enteró de quién era McAfee, le presentó a los jefes de los cárteles que querían matarlo, y ella trabajó para ellos como espía a sueldo durante un tiempo a pedido de su proxeneta. También contó que siguió espiándolo después de su boda en el 2013, y que finalmente le confesó todo. La pareja, a la que se ve bailando, bromeando y a veces gritándose, vivía en una mansión de Tennessee llena de armas antes de trasladarse a la República Dominicana (donde ambos fueron detenidos por posesión de armas) y luego a España. Ella demostró tener el mismo talento para el melodrama paranoico que su difunto marido. En el 2021, publicó una apacible fotografía de una playa con palmeras. El texto decía: “Desde la muerte de John, se ha intentado garantizar que no llegue a mi próximo cumpleaños, aunque creo que el principal objetivo es asegurar que no salga viva de España”.

Dana Kennedy es una escritora que colabora con artículos sobre cultura popular. Su trabajo se ha publicado en el New York Post, The New York Times, Time, AP y ABC News.