En What Happens Later (que estrena el 3 de noviembre - en inglés), Meg Ryan, de 61 años, quien debuta como directora y coguionista, consigue por fin controlar su propia imagen. Esta, según descubrimos, es una imagen un poco mayor, más sabia y melancólica, pero sigue siendo vibrante y única: la resplandeciente chica de al lado. Y, por suerte para el público que siempre ha adorado a la vivaz rubia de ojos azules, su nueva comedia romántica supone su regreso tras siete años fuera de las cámaras.
Si echamos un vistazo a las 100 mejores comedias románticas contemporáneas, Ryan siempre está entre las películas de los puestos principales. En la década de 1990, fue la musa de la maestra guionista y directora Nora Ephron, como demuestran las películas Sleepless in Seattle y You've Got Mail, ambas junto con Tom Hanks. En 1989, Rob Reiner fue su director en otro guion de Ephron, When Harry Met Sally, protagonizada por Billy Crystal y origen de la ya clásica frase: "I’ll have what she’s having" ("Quiero lo que ella pidió").
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Aunque esas quizás sean las tres comedias románticas más populares de Ryan, también brilló en el romance sobre viajes en el tiempo Kate and Leopold (2001), el drama romántico más oscuro When a Man Loves a Woman (1994) y French Kiss (1995). Ahora, adentrados en la década del 2020, el tiempo ha pasado y el romance en la era digital no es lo que era antes.
En What Happens Later, Ryan como creadora reflexiona, acertadamente, sobre lo que les ocurre a las heroínas de los filmes románticos con el paso del tiempo. Su personaje, Willa, una especialista en sanación de la nueva era mayor de 50 años, se presenta caóticamente en la pantalla y en la única ubicación de la película: un aeropuerto a punto de quedar aislado por la nieve. Lleva un vestido blanco suelto de algodón y botas negras de combate Doc Marten.
Willa es a la vez vulnerable y dura. Y tiene un lado de la cadera lastimado, por lo que cojea al caminar (algo que la actriz comparte en la vida real). Incluso en un aeropuerto abarrotado, se destaca con su melena de cabello rubio salvaje como una inconformista, negándose a aceptar el anonimato que envuelve a tantas mujeres mayores de 50 años en la sociedad del país, una invisibilidad que se presenta aún más en las solteras.
Pero la tormenta de nieve provoca un retraso que le brinda a Willa más tiempo, lo quiera ella o no, para reflexionar sobre su vida. El incidente desencadenante es el encuentro de Willa con el empresario Bill (David Duchovny, de 63 años), que es guapo, desconfiado y seguro de sí mismo. En contraste con la vestimenta romántica de ella, él viste un traje y corbata, y lleva su pesado maletín como una carga. Willa lo reconoce y lo evita. Pero no hay escapatoria. Es un aeropuerto pequeño y ninguno de los dos puede irse.
Y, como en las famosas comedias románticas de Ryan, hay una chispa. También tienen historia: Bill fue el amor de Willa durante sus años universitarios, su primera relación adulta, y viceversa. Ambos consideran al otro como la persona que se les escapó.
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