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Cuadros que celebran el amor

Desde el romanticismo al modernismo, deja que estas 11 piezas de arte te inspiren.

El beso (Gustav Klimt)

spinner image Klimt: El beso
GETTY IMAGES

El amor es dulce y dorado en el universo del pintor austríaco Gustav Klimt. Los amantes se funden en un abrazo, rodeados por la opulencia del oro. El beso es el cuadro por excelencia de un artista que fue acusado de crear obras pornográficas en Viena a fines del siglo 19. Sin embargo, cuando empezó a usar hojas de oro y figuras decorativas, pudo conquistar rápidamente el afecto del público. Klimt murió en febrero de 1918, a los 55 años, dejando muchas obras sin terminar.

La siesta (Vincent Van Gogh)

spinner image Van Gogh: Siesta
G. DAGLI ORTI/GETTY IMAGES

“La tristeza durará para siempre”. Según su hermano Theo, estas fueron las últimas palabras de Van Gogh antes de morir, 29 horas después de haberse disparado con un revólver que nunca fue hallado. Increíble pensar que este mismo artista enamoró a millones de personas con el virtuosismo de sus cuadros, celebrando la vida y el amor. Realizada en 1890, meses antes de morir, La siesta observa la vida cotidiana de los trabajadores del campo con un romanticismo cálido y esperanzador.

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Pareja en el Père Lathuille (Édouard Manet)

spinner image Manet: Pareja en el Pére Lathuille
THE PRINT COLLECTOR/HERITAGE-IMAGES/GETTY IMAGES

Comienza el cortejo en el jardín del restaurante parisino Chez Pére Lathuille. El arquitecto de la transición entre realismo e impresionismo, Édouard Manet, pintó este óleo en 1879, cuatro años antes de su muerte a los 51. El modelo masculino fue el hijo del propietario del restaurante. Inicialmente llevaba puesto su traje militar, pero cuando la modelo que lo acompañaría dejó plantado a Manet porque debía ensayar una obra de teatro, el pintor cambió la composición y prefirió retratar un romance entre civiles.

En la cama (Henri de Toulouse-Lautrec)

spinner image Toulouse-Lautrec: En la cama
CLASSICPAINTINGS/ALAMY

Podría creerse que la pareja en esta pintura del francés Toulouse-Lautrec son un hombre y una mujer. En realidad son dos mujeres, quizás prostitutas o bailarinas en el barrio bohemio de Montmartre donde el pintor encontró la inspiración a raudales a fines del siglo 19. La intimidad no es necesariamente sexual, dado que a menudo las trabajadoras de ese barrio compartían un dormitorio. Afectado por duras limitaciones físicas, el pintor –que murió a los 36– se identificaba con los personajes marginados de París.

Frieda y Diego Rivera (Frida Kahlo)

spinner image Frida Kahlo: Frida y Diego Rivera
ARCHIVART/ALAMY

Atormentada y contradictoria, la relación entre Diego Rivera y Frida Kahlo forma parte de la mitología de la cultura latinoamericana. Se casaron dos veces, sí, pero las constantes infidelidades de ambos generaron un clima de reproches permanentes. Este cuadro, realizado en 1931 durante una visita a San Francisco, presenta la mejor versión de un romance que terminó abruptamente en 1954, cuando falleció Frida. Rivera la recordaría con infinito cariño, admitiendo que solo pudo apreciar la belleza de su matrimonio cuando ya era demasiado tarde.

El pescador y la sirena (Frederick Leighton)

spinner image Leighton: El pescador y la sirena
ARTEPICS/ALAMY

La cola de la sirena se enrosca en la pierna del pescador. Desnuda, adornada con su larga melena dorada, lo abraza amorosamente mientras lo mira a los ojos. El pescador se deja llevar, como experimentando un éxtasis religioso. Pocos cuadros han captado la fiebre del amor con la sensualidad de esta extraordinaria obra del inglés Frederick Leighton. Hijo de prósperos comerciantes, Leighton estudió en Italia y Francia antes de instalarse en Londres, llegando a representar la técnica exquisita de la pintura inglesa del siglo 19.

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Los amantes (Fernando Botero)

spinner image Botero: Los amantes
AKG-IMAGES/NEWSCOM

Hay amantes de todos los estilos y tamaños, como bien nos recuerda el colombiano Fernando Botero, quizás el artista contemporáneo más conocido de toda Latinoamérica. En este cuadro –deliciosa mezcla entre humor costumbrista y sensualidad– el hombre dormido parece tener las dimensiones de un niño. Mientras que su compañera asume las proporciones de la madre naturaleza, desprovista de complejos o inhibiciones. Lamentablemente, no podemos admirar este cuadro de 1967 en un museo, dado que pertenece a una colección privada.

El beso (Francesco Hayez)

spinner image Francesco Hayez: El beso
FRANCESCO HAYEZ/GETTY IMAGES

Durante el siglo 19, el movimiento del romanticismo se apoderó de Europa. Se basó en la impactante técnica de una nueva generación de pintores que usaron su virtuosismo en la perspectiva e iluminación para contar historias de amor. Nacido en Venecia en 1791, Francesco Hayez triunfó en Milán con cuadros como El beso, en el que vemos a un galante caballero del medioevo entregándose completamente a un beso con la mujer de sus sueños. Las sombras a su alrededor enfatizan la tensión del momento.

Los amantes (Pablo Picasso)

spinner image Picasso: Los amantes
PABLO RUIZ PICASSO, VEGAP/NEWSCOM

No sorprende que Picasso nos haya dejado bellas imágenes de temática romántica. La obra del español fue monumental y ecléctica: más de 1,800 cuadros y unos 12,000 dibujos. Pintada al óleo, Los amantes proviene de 1923, cuando el artista, todavía sacudido por la Primera Guerra Mundial, se volcó a la seguridad simbólica del estilo neoclásico. A su vez, su estética —perpetuamente en transformación— había sido afectada positivamente por una visita a Italia en 1917 y su matrimonio con una bailarina rusa.

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Retrato de Gala (Salvador Dalí)

spinner image Dali: Leda atómica
SALVADOR DALÍ, LEDA ATÓMICA, VEGAP/NEWSCOM

La llamaban Gala. De personalidad avasalladora, deslumbró a muchos artistas a principios del siglo 20. Pero fue cuando conoció a Salvador Dalí en 1929 que Elena Ivanovna Diakonova se convirtió en la musa fundamental de uno de los grandes pioneros del surrealismo. Este hermoso cuadro —elocuente tributo de amor— es uno de los muchos retratos que el pintor realizó de su mujer. Gala falleció a los 87, en 1982, siete años antes que Dalí.

Los amantes II (René Magritte)

spinner image Magritte: Los amantes II
RENE MAGRITTE VEGAP/NEWSCOM

El modernismo revolucionó la pintura del siglo 20. Quizás el elemento más maravilloso de Los amantes del belga René Magritte sea el amplio espacio que deja abierto para la interpretación. La madre de Magritte se suicidó tirándose a un río cuando este tenía 13 años. Dicen que cuando recuperaron su cuerpo, su vestido le cubría el rostro. Quizás de ahí surge un motivo prevalente en la obra del pintor: las caras cubiertas por fragmentos de tela. En este cuadro, la tristeza se transforma en amor.

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