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18 maneras de repartir alegría en el Día de los Actos Espontáneos de Bondad, y todos los días

La bondad es sencilla y no tiene por qué requerir mucho tiempo, dinero o esfuerzo.


spinner image Dos personas en las ventanas de un edificio de apartamentos, una le entrega un pastel a la otra.
Robert Samuel Hanson

Empieza a llover en tu camino al trabajo y no tienes paraguas. Visitas tu cafetería favorita para tomar una taza de café y se te derrama en el suéter. O tal vez te hayas levantado con el pie izquierdo.

Los días están llenos de momentos difíciles, grandes y pequeños. Afortunadamente, existe un antídoto fácil y gratuito contra toda esa negatividad: la bondad. Y como el 17 de febrero es el Día Nacional de los Actos Espontáneos de Bondad, ¡es un buen momento para empezar!

"La bondad no tiene complicaciones", afirma Stephen G. Post, director del Centro de Humanidades Médicas, Cuidados Compasivos y Bioética de la Facultad de Medicina Stony Brook de Nueva York. "No se necesita mucho para ser bondadoso".

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Y lo mejor de todo: todos llevamos la bondad dentro, comenta Post, de 72 años, y añade que los bebés muestran bondad natural a partir de los 6 meses.

En cuanto al tropo de que cuanto más viejos nos hacemos, más malhumorados nos volvemos, Post dice: "Pienso que no es más que un estereotipo. No me lo creo ni por un minuto". Los adultos mayores suelen dedicarse más al bienestar y la felicidad de los demás, "porque saben que les queda poco tiempo", afirma Post. "Y así, en muchos sentidos, la mortalidad, creo, es la madre de la bondad".

Te explicamos por qué la bondad es buena para todos y te ofrecemos 18 pequeñas y grandes formas de ser bondadoso.  

La bondad tiene todo tipo de beneficios

La bondad ayuda a vivir más. Un acto espontáneo de bondad, por pequeño que sea, puede tener un impacto positivo en la salud tanto de quien se beneficia como de quien lo realiza.

Al igual que el sueño, el ejercicio y la dieta, la bondad debe incluirse en tus actividades diarias como parte de una vida sana, ya que es muy importante para la supervivencia, afirma Emiliana Simon-Thomas, directora científica del Greater Good Science Center de la Universidad de Berkeley, en California.

Un estudio del 2023 (en inglés) publicado en Annals of Behavioral Medicine demostró que proporcionar "ayuda informal" (o realizar actos espontáneos de bondad) se asocia con una disminución de la mortalidad.

La bondad "hace que uno viva más tiempo [y] que sea menos vulnerable a los principales tipos de enfermedades que afectan a las personas de la tercera edad", afirma Simon-Thomas, de 51 años.  

La bondad reduce las emociones negativas. La bondad tiene beneficios para la salud y, además, te hace sentir bien. De hecho, Post afirma que practicar la bondad o beneficiarse de actos bondadosos reduce las emociones negativas.

"Neurológicamente, cuando eres bondadoso, apagas los circuitos neuronales que están asociados con las emociones negativas como la hostilidad, la ira, la amargura, el resentimiento".

También puede aportar significado y conexión.

"Cuando ayudas a los demás, no es posible estar solo, por definición", dice Post. "Nuestras comunidades se benefician cuando las personas mayores se convierten en modelos de bondad. Ese es el propósito de la vida en la vejez". 

La bondad puede ayudar a los demás a sentirse más tranquilos. Post ha dedicado su carrera a estudiar el cuidado compasivo en el sector médico y a escribir sobre el tema. Señala su propia investigación, revisada por pares y publicada (en inglés) en julio del 2023, que concluye que cuando los médicos muestran amabilidad básica ―por ejemplo, saludan a un paciente con una sonrisa, hacen preguntas sobre su vida cotidiana, escuchan atentamente y muestran interés en el paciente―, esto puede mejorar la percepción que el paciente tiene de su cuidado. El buen trato a los pacientes no curará a nadie de lo que le aqueja, pero puede generar confianza, afirma Post.

spinner image Gráfica de tres personas compartiendo paraguas bajo la lluvia.
Robert Samuel Hanson

Cómo integrar la bondad en tu vida diaria

Los receptores de los actos de bondad pueden ser desconocidos, familiares, amigos y compañeros de trabajo, y, sí, incluso nosotros mismos. Estas son algunas formas de empezar a ser bondadoso con los demás:

Llévale el periódico a tu vecino. Si pasas junto a su buzón, puedes dedicar un minuto de tu día a llevar el periódico o la correspondencia de tu vecino a su porche. (Además, aumentarás tu número de pasos diarios).

Pregúntale a alguien qué lo ha hecho reír. A todos nos viene bien una buena carcajada. Simon-Thomas sugiere que le pidas a alguien que te dé detalles sobre lo último que lo hizo reír a carcajadas.

Sé curioso. Post dice que si preguntas a los demás cómo se sienten o cómo está su familia, por ejemplo, estás mostrando bondad al demostrar que te importan.

Haz cumplidos. "Otro acto de bondad fácil es decir un cumplido", incluso a una persona que no conoces bien, dice Simon-Thomas. ¿Te gusta su suéter? Díselo: al hacer un cumplido sobre el atuendo de alguien estás aplaudiendo una decisión que han tomado ese día.

Manda un mensaje dulce. Se siente bien recibir un mensaje de texto de un viejo amigo del que hace tiempo no sabes nada. Simon-Thomas sugiere dar un paso más y enviar tu poema favorito a tu amigo.

Envía correspondencia para difundir bondad. "Escribe una carta y envíala a un amigo o un familiar", dice Simon-Thomas. Seguro que esto aligerará la pila de facturas y alegrará el día de esa persona.

Bromea. Las conversaciones triviales no tienen por qué ser monótonas. Considera la posibilidad de contar un chiste desenfadado para relajar el ambiente durante una conversación y "sacar a las personas de sus preocupaciones", dice Post.

Sostén la puerta abierta. Aunque parezca algo mundano, Simon-Thomas afirma que dedicar unos segundos a sostener la puerta para alguien que viene detrás de ti puede hacer que esa persona se sienta reconocida y sienta que pertenece.

Deja dinero para un desconocido. Dejar dinero en una máquina expendedora o en un mostrador para que otra persona lo aproveche es una forma anónima de ser bondadoso con un desconocido, afirma Margaret Echelbarger, profesora adjunta de Mercadotecnia en la Universidad de Stonybrook, que investiga la prosocialidad (o actividades que realizamos con la intención de beneficiar a los demás). También puedes enviar fondos a un amigo o un familiar lejano para que se compre un café.

Paga por la persona que está detrás de ti en la fila. Si estás en la larga fila del servicio al auto de un restaurante, pagar la cuenta del pedido de la persona detrás de ti puede provocar una reacción de bondad en cadena. El beneficiado puede estar teniendo ya un gran día y decidir pagar también por la persona que sigue, "o puede animar a alguien que realmente lo necesitaba en ese momento", dice Echelbarger.

Da un certificado de regalo para una experiencia de conexión. "Regala a alguien un certificado para una salida compartida, como dar un paseo juntos y comer un refrigerio", sugiere Simon-Thomas.

Regala un libro de cupones para diferentes tareas. Ofrécete a hacer una tarea por alguien para aligerar su apretada agenda. "Dile a la persona que quieres ser bondadoso, pero deja que sea ella quien elija el momento del acto de bondad", aconseja Echelbarger.

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Conviértete en activista. Simon-Thomas afirma que participar en causas que te importan es bueno para ti y para las personas a tu alrededor, tanto si animas a tus vecinos a inscribirse para votar como si te conviertes en activista de otra causa que te interese.

Planta árboles o instala pequeñas bibliotecas. La bondad en los espacios públicos, como plantar árboles o crear —o ampliar— pequeñas bibliotecas gratuitas, puede beneficiar a más de una persona a la vez. Sobre las pequeñas bibliotecas gratuitas, Echelbarger dice: "[Son] uno de los actos de bondad más sostenibles que he visto en mi vida. Y a mí me encanta colocar libros en ellas".

Haz una tarea al aire libre para alguien. Echelbarger dice que recoger la basura del jardín de un vecino o quitar la nieve de la entrada de su casa es un acto de bondad. "A veces, cuando alguien tiene una máquina quitanieves, puede recorrer toda la manzana porque le resulta muy fácil", dice Echelbarger. "Realmente les están quitando un peso de encima a algunos de sus vecinos".

Y aquí tienes algunas formas de ser bondadoso contigo mismo

Tómate un respiro. Suena rudimentario, pero desencadena calma y descanso en tu sistema nervioso, y envía señales a tu cuerpo que te hacen sentir seguro y protegido, dice Simon-Thomas. "Ser capaz de caminar por el mundo con esa mentalidad es una mayor contribución a tu bienestar general y a tu capacidad de interactuar con otras personas de forma amistosa y generosa".

Reflexiona sobre lo que te produce alegría en solitario y hazlo. Ya sea tejer, armar rompecabezas o cualquier otra actividad, date el gusto de hacer lo que te produce alegría. Simon-Thomas dice que le gusta dedicar tiempo a observar los pequeños detalles de su jardín: las plantas en flor, una oruga mordisqueando una hoja. "Lo hago como un acto de bondad, espontáneamente", explica, y añade que esta conciencia "invita a la mente a ver las cosas de un modo más curioso y maravilloso".

Programa tiempo para el cuidado personal. Ya sea un masaje, un corte de pelo o simplemente una cita para tomar un café con una deliciosa golosina y tu diario de gratitud, Simon-Thomas dice que "esas son formas maravillosas de generar pequeños momentos de alegría que pueden contribuir en gran medida a tu salud y bienestar general".

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