In English | Tal vez pienses que conoces a AARP por los descuentos, o por nuestras publicaciones, o por las relaciones que hemos establecido con grandes empresas y compañías aseguradoras para que puedas tener la cobertura que necesitas a precios razonables. Pero eso apenas roza la superficie de todo lo que hace esta organización. Al acercarse nuestro sexagésimo aniversario, les pedimos a nuestros socios —y en ciertos casos, a otros que no lo son— que nos contaran de qué modo AARP había tenido un impacto en su vida. En la página 28 podrás ver personalmente la dimensión de la tarea que AARP y sus afiliadas realizan todos los días en Washington D.C. y en la capital de cada uno de los estados, en vecindarios y comunidades, luchando para ayudar a las personas mayores en cuestiones relacionadas con la salud, la vivienda, el trabajo y la seguridad, para que vivan la mejor vida posible.
Debby Colangelo, una madre soltera de algo más de cincuenta años, con tres hijos y dos empleos (maestra y mesera), escuchó hablar del programa AARP Foundation Tax-Aide en el cualvoluntarios certificados del IRS ofrecen asistencia gratuita a contribuyentes con ingresos bajos omoderados. No es necesario ser socio de AARP para recibir este beneficio. Ni siquiera hay que tener 50 años, lo que fue una suerte para Colangelo, quien en ese momento estaba todavía en sus cuarenta y tantos. Diez años después, continúa viendo a sus amigos de Tax-Aide todos los años. "No importa cuál es mi nivel de ingresos, ellos me tratan con atención y respeto", dice. "Recibo un servicio verdaderamente valioso, y lo más importante es que obtengo tranquilidad. Estoy sinceramente agradecida por eso". Colangelo es una de los 50 millones de personas que se han beneficiado con Tax-Aide, el servicio gratuito de asistencia y preparación de declaraciones de impuestos a cargo de voluntarios más grande del país, con 5,000 oficinas.
Nosotros ofrecemos servicios como este en comunidades en todo el país: los programas Driver Safety de seguridad para conductores, que pueden reducir el costo del seguro; seminarios para evitar el fraude; servicio de trituración de documentos; proyección de películas; caminatas de salud; fiestas vecinales; conciertos y mucho más (comunícate con la oficina de tu estado para obtener más detalles).
Deseamos dejar constancia de que somos y siempre hemos sido una asociación no partidaria sin fines de lucro con una misión: mejorar la calidad de vida para todos a medida que envejecemos. Nuestra trayectoria abarca sesenta años de hacer oír la voz de las persona vulnerables y subrepresentadas de la sociedad. Nuestros abogados y activistas trabajan sin cesar por las políticas y los beneficios que las personas ahora (por suerte) dan por descontados: la Age Discrimination in Employment Act (ADEA, Ley contra la Discriminación por Edad en el Empleo) de 1967, que protege a los trabajadores de 40 años o más; la Family and Medical Leave Act (Ley de Licencia Familiar y Médica), que brinda licencia no remunerada para que los empleados puedan cuidar de un familiar o atender a su propia salud sin miedo de perder el empleo. Nos hemos enfrentado a los hogares de ancianos que drogaban a sus residentes. Hemos expandido los derechos de los cuidadores familiares y de las personas discapacitadas. Hemos luchado por tarifas razonables de los servicios públicos (en inglés) y la privacidad de los registros médicos (en inglés). Este mismo año, abogados que trabajaban en nombre de AARP ganaron la revocación de una política federal que permitía que los empleadores cobraran tasas de seguro más altas a los trabajadores que elegían no dar a conocer información sobre su salud.
A medida que avanza el siglo XXI, el Instituto de Política Pública de AARP está aprendiendo cada vez más sobre el futuro del envejecimiento. En todo ello, continuamos dedicados a ustedes, nuestros 38 millones de socios, con una operación de primera clase dedicada a los clientes y la pasión subyacente por el servicio que nos inculcó nuestra fundadora, Ethel Percy Andrus, y que toma cuerpo en Jo Ann Jenkins, la inspiradora directora ejecutiva de la organización.
— Robert Love, editor en jefe