Vida Sana
En español | Al celebrar AARP su 60.º aniversario este verano, muchos de sus programas y actividades más populares y perdurables se remontan directamente a las experiencias de nuestra fundadora, la Dra. Ethel Percy Andrus. Nacida en el siglo XIX, cambió la forma en que Estados Unidos veía el envejecimiento en la segunda mitad del siglo XX, al abrir un camino a posibilidades reales de una vida útil en nuestros últimos años, que todavía nos guía en la actualidad. La vida de la Dra. Andrus fue una serie de logros sin precedentes y fronteras superadas.
"En Ethel Percy Andrus, la humanidad tenía un amigo confiable e infatigable ... Por sus logros perdurables, ella nos ha enriquecido no solo a nosotros, sino a todas las generaciones futuras de estadounidenses".
Educadora
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Cuando fue nombrada directora de Lincoln High School en Los Ángeles en 1916, la Dra. Andrus se convirtió en la primera mujer en dirigir una escuela secundaria urbana importante en California. Fue pionera en programas de educación vocacional y en la formación para adultos (en inglés) a través de clases nocturnas. AARP continúa haciendo hincapié en el aprendizaje permanente, y además ofrece talleres en persona y cursos en línea en aarp.org/learnat50plus.
Cuidadora
Después de 28 años como directora de Lincoln High, la Dra. Andrus se jubiló para cuidar a su madre enferma. Cuando su madre se recuperó, la Dra. Andrus escribió más tarde, ella "alentó mi trabajo por los adultos mayores para hacer lo que con gran fortuna pude hacer por ella. AARP, hoy en día, ofrece un amplio menú de recursos para los que prestan cuidados (aarp.org/cuidar) y aboga en cada estado y a nivel nacional para apoyar a los cuidadores familiares.
Innovadora
Tras visitar a una exmaestra, la Dra. Andrus se sorprendió al descubrir que la mujer vivía en un gallinero porque su pensión mensual de $40 (en inglés) no era suficiente para cubrir una vivienda o un cuidado de salud adecuado. Su difícil situación dejó una impresión imborrable en la Dra. Andrus. Ella comenzó un extraordinario segundo acto como una defensora incansable, primero de los educadores jubilados y luego de todos los adultos mayores.
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