¿Las máscaras son realmente eficaces para prevenir enfermedades?
Lavarse las manos correctamente podría ser una mejor línea de defensa contra el coronavirus y la gripe.
In English | Nota del editor: Este 3 de abril, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) anunciaron que todos los estadounidenses, aun aquellas personas que se sienten saludables, deben usar máscaras faciales de tela o coberturas faciales caseras en público cuando el distanciamiento social de 6 pies es difícil de mantener en un esfuerzo para ayudar a frenar la propagación del coronavirus. Los expertos enfatizan que otras medidas preventivas, como el lavado de manos y el distanciamiento social, siguen siendo cruciales. Las máscaras médicas, incluidas los respiradores N95 y las máscaras quirúrgicas, deben reservarse para los trabajadores de la salud. Esta historia fue publicada originalmente el 27 de enero.
Las máscaras quirúrgicas se ven con frecuencia en las afueras de los hospitales durante la temporada de resfríos y gripe o cuando hay un brote como el del coronavirus. Pero, ¿cuánta protección ofrecen realmente?
La respuesta es "un poco", dice Amesh Adalja, médico especialista en enfermedades infecciosas e investigador principal en el Center for Health Security de Johns Hopkins University.
Una máscara desechable típica puede ayudar a evitar que las gotas de partículas grandes entren en contacto con la boca y la nariz, dos de las zonas comunes de entrada de los virus al cuerpo. “Pero se tiene que ser muy meticuloso al usarlas y no meter las manos debajo de ellas ni tocarse la cara ni hacer nada que contamine la cara y anule el motivo de usar la máscara”, señala Adalja.
Y eso resulta difícil, especialmente porque las máscaras son incómodas, “y si a la persona le pica la boca o la nariz, se rascará inadvertidamente”, agrega.
Elegir una máscara que quede ajustada es clave para evitar que los gérmenes entren en contacto con la cara, afirma Amira Roess, experta en salud pública y profesora de salud global y epidemiología en George Mason University. Recomienda un respirador N95, que es de mejor calidad que la mayoría de las máscaras desechables holgadas y que, cuando se ajusta correctamente, puede ofrecer una protección más eficaz.
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Los N95, disponibles en la mayoría de las farmacias y tiendas de mejoras para el hogar, bloquean las gotas de partículas grandes y la mayoría de las partículas pequeñas que se transmiten a través de la tos y los estornudos, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). De todas maneras, un N95 correctamente ajustado no elimina del todo el riesgo de contraer una enfermedad, advierte la agencia. Además, no están diseñados para niños ni personas con vello facial.
Lávate las manos para mantener los gérmenes a raya
El método más eficaz para reducir el riego de contraer una enfermedad o infección respiratoria es mantener una higiene adecuada de las manos, según los expertos. Lávate las manos antes de comer, después de usar el baño y al salir de un lugar concurrido, aconseja Roess. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan frotarse las manos con jabón durante al menos 20 segundos y usar un desinfectante para manos con al menos un 60% de alcohol cuando el agua y el jabón no estén disponibles.
Evita las personas enfermas, si puedes, y vacúnate contra la gripe si aún no lo has hecho. Además, no subestimes la importancia de dormir bien y llevar una dieta saludable.
"Si estás agotado, si no duermes lo suficiente, serás más susceptible a contraer un resfriado, una gripe o cualquier otra enfermedad”, dice Roess.
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