Vida Sana
Un paciente informado y participativo es un paciente que está más seguro, ya que hoy la asistencia puede darse en forma fragmentada y de prisa. Haga preguntas. Hable. Confíe en su intuición; usted es quien mejor se conoce. Que lo acompañe un familiar o un amigo si es posible para que lo respalde. Sin embargo, ya sea que esté solo o acompañado, estos consejos de índole práctico pueden contribuir a una mejor comunicación con los médicos y enfermeros, a fin de que sea mejor y más segura la asistencia que reciba en un hospital.
1. Conozca a los enfermeros y asistentes.
- Los enfermeros son la cara humana del cuidado mediante equipos tecnológicos. El enfermero es la persona clave con la cual se mantiene un contacto cotidiano y es quien coordina su plan diario de asistencia médica. Él puede convertirse en su aliado y ser un guía útil para conocer mejor el ambiente de un hospital, su sistema y sus procedimientos.
- Los asistentes se encargan de diversas tareas propias de la atención personal diaria a un paciente y que son importantes para el bienestar de éste. Por lo general no les compete administrar medicaciones ni realizar otras tareas de enfermería.
- Cada hospital posee una relación enfermero-paciente distinta, pero a los enfermeros siempre les viene bien tener más ayuda. Tenga presente que su enfermero está atendiendo a muchos pacientes hospitalizados, pero no dude de pedir ayuda cuando la necesite.
- Averigüe el número de teléfono interno de enfermería, en caso de que no respondan oportunamente al timbre y usted necesite asistencia inmediata, en especial en la noche cuando sólo está el personal de guardia.
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2. Los nombres son imprescindibles en todos los casos de comunicación.
- Los nombres son lo más importantes en un hospital: “Oh, es la cama 19, el paciente del baipás”. Usar los nombres es la mejor salvaguardia que puede tener usted contra la sensación de anonimato y de un trato deshumanizado. Con usar nombres, usted establece una relación, primero, como persona y, segundo, como paciente.
- Llamar a las personas por su nombre favorece el contacto humano esencial, que constituye la clave de colaboración con el equipo que le da la asistencia médica.
3. Considere la habitación que le asignan en el hospital como su hogar temporal.
- Sepa cómo funcionan el televisor, el teléfono, la cama y el timbre. Esté seguro de que todo funcione correctamente.
- El control de la temperatura ambiente es esencial para su bienestar. Pasar frío en las habitaciones puede retardar la curación y aumentar la propensión a las infecciones, al inhibir el sistema inmunitario. Pida mantas para mantenerse abrigado.
- El diseño y el espacio son importantes en un hospital. Un mínimo de luz solar, una habitación más tranquila o algo de privacidad podrían significar una gran diferencia para el paciente. Si usted va a permanecer en el hospital más de un día y se siente muy incómodo en su habitación o su cama, pida que lo cambien.
- Quizás usted quiera llevar consigo un aparato electrónico, como un iPod con música o un lector electrónico. Solamente tenga presente que los hospitales no se hacen responsables de los efectos personales, por lo que deberá estar atento.
- Coloque en su mesa de luz, a su alcance, tapones para los oídos y un antifaz para dormir.
- Guarde lapiceras y una libreta en un lugar de fácil acceso, para que pueda tomar notas y escribir cualquier observación.
- Coloque en su mesa de luz, a su alcance, un frasco de desinfectante de manos para uso propio. Es probable que usted deba hacer reposo absoluto y no pueda levantarse para lavarse las manos cada cierto tiempo. También es bueno tener a mano paños para higiene facial, enjuague bucal y pastillas de menta.
Los pacientes deben prepararse para las visitas de su médico. Sepa qué medicaciones está tomando y haga las preguntas necesarias.
4. Que el aseo de su habitación sea una prioridad.