¿Admiras los lugares emblemáticos de Estados Unidos?

Solo hay hormigón suficiente para una acera de cuatro pies de ancho que dé la vuelta a la Tierra a la altura del ecuador. La presa Hoover, en Boulder City, Nevada, tiene una altura de 725 pies y pesa 6.6 millones de toneladas. En la plataforma de observación —que ofrece una vista de 360 grados del río Colorado, el lago Mead y el puente Hoover Bypass Bridge que atraviesa la presa— te sentirás en la cima del mundo. Hay excursiones guiadas de la estructura y de los históricos túneles. Después de visitar la presa, conduce hasta el Parque Estatal Valley of Fire para maravillarte con el espectacular valle de arenisca azteca.

En el National Mall se encuentra la colección más grande de lugares emblemáticos del país, por lo que no debe sorprender que atraiga a tantos visitantes. En la explanada, de dos millas de longitud, encontrarás más de 65 monumentos y sitios conmemorativos, entre ellos el Lincoln Memorial y los escalones desde los que Martin Luther King Jr. pronunció su discurso “I Have a Dream” (Tengo un sueño) en 1963.

Con una altura de 500 pies por encima de la silueta de Seattle y la bahía de Elliot, este sitio icónico del estado de Washington sirve cócteles y entremeses sofisticados en el Loupe Lounge. Aquí puedes caminar en círculo sobre el piso giratorio de vidrio para disfrutar de vistas inigualadas de Seattle y de toda la gloriosa belleza circundante. Si viajas con personas menores de 21 años, podrás disfrutar igualmente de la vista de 360 grados desde el nivel superior y la plataforma de observación con paredes de vidrio.

El escultor Gutzon Borglum seleccionó a estos cuatro presidentes porque sintió que eran los más representativos de eventos importantes en la historia de Estados Unidos. Borglum comenzó el proyecto en 1927 y trabajó en él hasta su muerte, en 1941. Su hijo, Lincoln, completó el trabajo y luego permaneció allí unos años como el primer superintendente del monumento nacional Monte Rushmore. Para ver más del área cercana, compra un boleto en el tren 1880, el tren turístico del país que ha estado en funcionamiento continuo durante más tiempo.

La Estatua de la Libertad fue un obsequio de Francia a Estados Unidos. Francia cubrió los costos de la construcción y el transporte de la estatua y Estados Unidos recaudó fondos para el pedestal. El recaudador de fondos más notable fue el editor de periódicos Joseph Pulitzer. La Dama de la Libertad es una de las estatuas más reconocidas en todo el mundo. Entre 1886 y 1924 ingresaron al país casi 14 millones de inmigrantes a través de Nueva York, y para muchos de ellos la estatua representó un símbolo de esperanza. Si deseas visitar la corona de la Estatua de la Libertad, compra los boletos con anticipación.