Vida Sana
Ser una inmigrante ha definido quién soy. Pero fue la nostalgia, el anhelo y todos los prejuicios y las ideas erróneas sobre los mexicanos y los judíos mexicanos lo que me hizo querer compartir lo que es México en realidad. Convertirme en inmigrante me llevó a la cocina porque, al principio, quise sentirme en casa, no sentir nostalgia.
Ahora que tengo hijos nacidos aquí, la experiencia ha cambiado y tengo raíces más profundas en Estados Unidos. Desde que llegué con mi esposo en la década de 1990, siento un gran agradecimiento porque hemos tenido oportunidades increíbles. Hay tantas cosas que hemos heredado de Estados Unidos: sus valores, su cultura cívica, su respeto por las instituciones. Y tenemos tanto que agradecerle a México: su cultura, su comida, sus valores y tradiciones, su amor por la familia.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
Siempre les digo a mis hijos que somos bendecidos porque hemos heredado la riqueza cultural e histórica de dos países. Somos bendecidos doblemente, y también tenemos el doble de responsabilidad porque tenemos que enorgullecer a dos países. Tenemos que demostrarle a México que tiene buenos representantes en el extranjero, y tenemos que asegurarnos de que Estados Unidos sepa que somos personas buenas y que podemos ser excelentes ciudadanos.
Me he criado con un sentido de agradecimiento intenso hacia México, ya que abrió sus puertas a la mayoría de las comunidades judías que se refugiaron debido a la persecución. Mis abuelos paternos llegaron a causa de la persecución contra los judíos polacos, y por parte de madre, debido a la Segunda Guerra Mundial. De mis abuelos aprendí a entrelazar la riqueza cultural que se hereda de la familia y del lugar donde provienes con todas las bendiciones que existen en el país que nos permitió venir y que ahora es nuestro hogar.
"Siempre les digo a mis hijos que somos bendecidos porque hemos heredado la riqueza cultural e histórica de dos países".
Siento que a medida que envejecemos queremos conectarnos más con las partes más profundas de quiénes somos y nuestras familias. He intentado enseñarles eso a mis hijos, que son muy conscientes de ser biculturales —estadounidenses y mexicanos— y también de tener ese estrato judío. Crecí comiendo ciertas comidas judías-mexicanas. Yo pensaba que era comida judía normal hasta que me mudé a EE.UU., y me di cuenta de que existía la comida judía-mexicana. Por ejemplo, el pescado gefilte a la veracruzana. Pescado gefilte. Todos los judíos asquenazíes saben cocinarlo, pero solo en México encuentras pescado gefilte escalfado en caldo de tomate picante, con chiles al escabeche y aceitunas y alcaparras, y eso es muy mexicano.
En realidad podría filmar 100 temporadas más de Pati's Mexican Table y no cubriría todo lo increíble que México tiene para ofrecer.
También te puede interesar
8 maneras de cortar una manzana
Echa un vistazo a estas ideas creativas de cocina para disfrutar esta fruta favorita del otoño.Consejos para cocinar con harina de coco
4 recetas deliciosas para ponerlos en práctica.