Vida Sana
El cáncer es la principal causa de muerte entre las mujeres asiáticas en Estados Unidos, y el cáncer de seno es el que se diagnostica más frecuentemente. No obstante, las mujeres asiáticas son menos propensas a estar al día con las pruebas de detección de cáncer, como las mamografías o las pruebas de Papanicoláu. También son menos propensas que las mujeres blancas a buscar ayuda para problemas de salud física, conductual o mental. Creé Asian Women for Health (AWFH) hace diez años para fomentar la salud y el bienestar de las mujeres asiáticas a través de la educación, el apoyo y la promoción. En la última década, hemos empoderado a más de 10,000 mujeres para que hagan exactamente eso.
El problema que estoy intentando solucionar
El objetivo principal de AWFH es lograr mayor equidad en el cuidado de la salud para las mujeres asiáticas y sus seres queridos. Por ejemplo, las mujeres asiáticas tienen índices más bajos de pruebas de detección de cáncer de seno que las mujeres negras y blancas, y tienen más demoras en la atención de seguimiento luego de una mamografía anormal. Las probabilidades de que procuren servicios de salud mental son tan solo del 25% en comparación con las mujeres blancas y del 50% en comparación con las mujeres negras e hispanas.
Como inmigrante y sobreviviente de cáncer, sé personalmente cuán difícil es navegar el sistema de salud de Estados Unidos. Nosotros ofrecemos programas apropiados, con sensibilidad cultural y lingüística, con el fin de reducir esas barreras para las mujeres y jóvenes asiáticas, especialmente las que llevan poco tiempo en este país. No queremos que sientan miedo o vergüenza ni que se sientan solas cuando se enfrentan a factores estresantes o enfermedades.
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El momento que despertó mi pasión por este proyecto
Me diagnosticaron cáncer de seno a los 40 años. Me había hecho mi primera mamografía tres meses antes del diagnóstico, pero no se había detectado el tumor. Lo encontré yo por mi cuenta. Las mujeres asiáticas tienden a tener senos más densos, por lo que es posible que la mamografía no detecte un tumor con tanta facilidad. Después del diagnóstico, me di cuenta de que había muchas otras mujeres asiáticas con cáncer de seno, pero ninguna hablaba sobre ello y todas estábamos aisladas. Quise hallar a otras sobrevivientes de cáncer para compartir y apoyarnos mutuamente en el camino hacia la recuperación.
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