Vida Sana
Mi suburbio de Atlanta, Clarkston, en Georgia, ha sido llamado “la Ellis Island del sur” por su creciente población de inmigrantes y refugiados. Muchas de esas personas son de bajos ingresos y no tienen seguro, por lo que cuentan con pocos recursos para prevenir enfermedades o recibir tratamiento de calidad cuando se enferman. Comencé este centro de salud con personal voluntario porque yo también fui refugiada, de modo que sé cuán difícil puede ser navegar el complejo sistema de salud de Estados Unidos para alguien que proviene de una cultura diferente y no habla el idioma. Nuestra clínica gratuita ha ayudado a más de 7,000 pacientes y ha salvado numerosas vidas. Además, los profesionales médicos más jóvenes de la comunidad pueden obtener capacitación de salud global sin salir de la ciudad.
El problema que estoy intentando solucionar
Más de la mitad de los residentes de Clarkston son extranjeros provenientes de 50 países del Medio Oriente, Asia, África y otras partes del mundo. Con tantos recién llegados, el índice de pobreza supera el 30%; los residentes hablan 30 idiomas diferentes. Es fácil que se pierdan en el sistema médico. Nuestra clínica ofrece atención gratuita con adaptación cultural y lingüística para todo residente con ingresos de hasta el 200% del límite federal de pobreza. Comencé el centro en el 2013. En ese momento, ofrecíamos atención los domingos por la mañana, pero ahora vemos pacientes todo el tiempo. Y estamos por iniciar la construcción de un gran centro con tecnología de avanzada para poder atender a más personas.
El momento que despertó mi pasión por este proyecto
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Yo nací en Tanzania, en una familia musulmana minoritaria, y sé lo que se siente escapar de la persecución y encontrarse a la deriva en una tierra desconocida. También viví en Pakistán y en Irán antes de tener el privilegio de llegar a Estados Unidos en busca de asilo y completar mis estudios médicos. Durante años tuve un exitoso consultorio privado, pero siempre supe que quería retribuir y agradecer a la sociedad estadounidense los regalos que había recibido. Al principio, mantuve mi consultorio abierto y me dediqué a esto a tiempo parcial, pero los resultados de las elecciones en el 2016 me hicieron comprender que no habría expansiones de seguro médico ni de Medicaid en mi estado. Al poco tiempo, dejé mi consultorio y me dediqué de lleno a la clínica.
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