Vida Sana
"Por último, es bueno tener fe: no solo de que las cosas van a salir bien, sino también de que al final tu esfuerzo será una bendición para las personas y para la humanidad en general".
Los niños cuyos padres están en la cárcel con frecuencia no tienen buen rendimiento escolar y, si abandonan la escuela, es diez veces más probable que terminen en prisión cuando son adultos. Para estos niños es que fundé U.S. Dream Academy (en inglés): un programa de mentoría y actividades extracurriculares. Mejoramos su rendimiento escolar, formamos su carácter y fomentamos sus sueños para que puedan romper el ciclo y llevar vidas felices y productivas.
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El problema que estoy intentando solucionar
En cualquier momento dado, en Estados Unidos hay más de 2.7 millones de niños que tienen por lo menos uno de los padres en prisión. El cataclismo familiar y económico que se desencadena hace que los niños tengan dificultades con su conducta, su rendimiento escolar y sus emociones; de no abordarse a tiempo, esta situación puede crear problemas de por vida. Para evitar este desenlace es necesario tener un programa que responda a sus muchas necesidades, incluida una mayor densidad de adultos compasivos y afectuosos a su alrededor. En general, solo el 65% de los niños que vienen de circunstancias difíciles terminan la escuela secundaria; nuestros niños ostentan un 92% de graduación a tiempo. Estos no son simplemente números: representan vidas transformadas.
El momento que despertó mi pasión por este proyecto
Soy pastor y también un cantante exitoso de música religiosa. Para retribuirle a la sociedad, cuando tenía poco más de 40 años comencé a servir como ministro en la prisión. Fue ahí que conocí las estadísticas de encarcelamiento intergeneracional y me di cuenta de que tenía que hacer algo para no volver después a atender a los hijos adultos de las personas que ahora visitaba tras las rejas. Para inclinar más la balanza, en la prisión conocí a una mujer embarazada que resultó ser sobrina de mi esposa. Cuando estudiamos el árbol genealógico de mi esposa, nos dimos cuenta de que sus siete hermanos y muchos de sus hijos habían estado en la cárcel. Mi esposa escapó ese destino porque recibió la guía de una familia vecina. Sabía que tenía que ofrecer esta ayuda a otros niños.
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