Vida Sana
Cuando se mudó a Miami tras más de dos décadas en Wall Street, Gemma M. García sabía que quería usar sus años de jubilación para retribuir. Por eso, cuando una feligresa en su iglesia le preguntó si se involucraría en su ministerio de prisiones, García dijo que sí. No sabía de que esas visitas a prisiones motivarían su larga segunda carrera enseñando a mujeres encarceladas habilidades de negocios y otras destrezas para la vida.
"Lo que más me conmovió fue cómo la mayoría de esas mujeres que conocí eran realmente víctimas de las circunstancias en las que nacieron", dice García. Se propuso ayudar a darles a las mujeres encarceladas la ayuda que necesitan para lograr las oportunidades que se les habían negado en la vida. García también se dio cuenta de que casi todos los programas de prisión en Florida, al igual que en todo Estados Unidos, están orientados hacia los hombres, quienes constituyen la mayor parte de las personas encarceladas.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
En una ocasión durante su ministerio, García llevó a su hija mayor con ella a la prisión. Todavía se emociona al recordar cómo una mujer llamó a su hija aparte para decirle que le hubiera encantado tener una madre como García, porque la suya la había explotado en la prostitución desde los 11 años. "¿Qué oportunidad tiene alguien con esa experiencia en la vida?" García recuerda haber pensado.
García llegó a Estados Unidos a los 11 años, y sus padres inmigrantes cubanos, ambos contadores, siempre enfatizaron la importancia de la educación. En el 2009, ella y otras dos mujeres crearon el Programa de Empoderamiento y Acción para Mujeres (en inglés, Ladies Empowerment & Action Program, o LEAP) para enseñar a las mujeres encarceladas habilidades de negocios y destrezas para la vida. El programa de cinco meses ofrece capacitación en emprendimiento y habilidades laborales a las mujeres en la Institución Correccional de Homestead en el condado de Miami-Dade. Las mujeres en otra prisión grande, en Ocala, Florida, también pueden ser transferidas para participar.
A lo largo de los años, LEAP agregó servicios adicionales que las mujeres necesitan para tener éxito. Esto incluye apoyo psicológico para traumas y adicciones, ya que más del 80% han experimentado abuso sexual infantil, violencia doméstica o adicción a las drogas. El programa desafía a las mujeres a hacer el duro trabajo de cambiar su forma de pensar para aprender a amarse y perdonarse a sí mismas, dice García.
LEAP adquirió dos hogares grupales para mujeres que necesitan vivienda segura durante el primer año de libertad. Y abrió su propia tienda en Miami, DragonflyThrift Boutique, así como una tienda en internet para proporcionar trabajos temporales a las mujeres tras su liberación. "Saber que tendrán una vivienda segura y que comenzarán a ganar dinero de inmediato les ofrece un gran sentido de seguridad", dice García.
Todo eso es crucial para asegurar que las mujeres puedan tener éxito en la sociedad, dice García. Así también es la ayuda física y psicológica que las mujeres reciben en el momento en que salen de la cárcel. Según García, las primeras 72 horas fuera de la prisión predicen en gran medida si una reclusa liberada probablemente volverá allí. "Hemos escuchado de casos en que el proxeneta las está esperando afuera. Otras vuelven al mismo barrio donde se metieron en problemas", dice ella.
Más información sobre el Premio Propósito
Homenajeados de años previos
AARP's Purpose Prize FAQ
Preguntas frecuentes sobre el Premio Propósito, de AARP