Vida Sana
¿Qué tienen que ver México, Bolivia, Hércules, las conchitas de mar, Felipe “El Hermoso” y Juana “La Loca” con el surgimiento del popular billete verde? Descúbrelo en este rápido recorrido por la historia del dólar, desde el Viejo Oeste hasta el presente.
Los “dólares” primitivos
Como la corona británica no suministró suficientes monedas a sus colonias americanas a principios del siglo XVII, los colonos recurrieron al trueque de bienes y usaron como monedas primitivas objetos considerados de valor en el Viejo Oeste: clavos, hojas de tabaco, sal y los wampum, pequeñas cuentas de conchas que los indios usaban en ropas y collares, y que usaban precisamente para intercambiar pertenencias.
La llegada del dólar español
Con el tiempo fueron utilizándose monedas españolas, portuguesas y francesas que los colonos traían de Europa. La más famosa fue el llamado dólar español, una moneda de 8 reales que se popularizó durante gran parte de los siglos 17 y 18, y que se acuñó en una casa de moneda de la ciudad de Potosí, en la actual Bolivia. Era de oro y con el escudo de los Habsburgo, familia que gobernó España desde Felipe “El Hermoso” en 1506 hasta Carlos II, en 1700.
Carlos I, Juana “La Loca” y Felipe “El Hermoso”
Desde 1536, se acuñaron en la Nueva España las primeras monedas por orden del Rey Carlos I. Eran de 4 reales con la inscripción “Carlos y Juana reyes”, porque fueron emitidas por él, supuestamente con apoyo de su madre la reina Juana I de Castilla, apodada “La Loca” porque perdió la razón a causa de los celos y la muerte de su marido Felipe “El Hermoso”. Estas monedas y las de 8 reales tenían símbolos que luego adoptaría el dólar americano.
Hércules y el símbolo del dólar
A estas monedas les fueron grabados dos mundos y una corona, que simbolizaba el reinado español dividido por el mar, con dos columnas de Hércules, mitológicamente ubicadas en el Estrecho de Gibraltar, que según los griegos era el límite del mundo. En ambas columnas había dos banderines con las palabras “Plus Ultra” (Más Allá) que serpenteaban en forma de S. De ahí se cree que nació la “S” cruzada por dos barras verticales, que se convertiría en el símbolo del dólar.
El nacimiento de la palabra “dólar”
Estas monedas que Carlos I ordenó acuñar eran similares a las que se fabricaban en Europa con el nombre de thaler, una abreviación de Joachimsthaler, una mina en la ciudad de Bohemia, hoy República Checa, pero en ese entonces territorio conquistado por España. Varios países la utilizaron, refiriéndose a ella como daler, daalder o tallero. Dollar fue la versión del nombre y la moneda adoptadas por los colonos británicos de América del Norte por no ser una moneda usada en Inglaterra.
Monedas con el rostro de Washington
Luego del surgimiento y eventual uso de la libra esterlina, los peniques y chelines acuñados por Massachusetts en 1652, muchos monederos independientes acuñaron entre 1783 y 1792 diversas piezas, siendo las más populares las que traían grabada la imagen del presidente George Washington, a la usanza inglesa de poner a sus reyes en sus monedas. De estas se conocen más de 20 variedades, sobre todo centavos de cobre y plata.