Vida Sana
El grado de tu sorpresa ante la suma de una factura médica puede depender de cuán bien comprendas cómo se dividen los costos en tu póliza de seguros (por ejemplo, el deducible, los copagos y el coseguro).
Es una historia conocida: necesitas una operación, te enfermas o tienes una emergencia médica. Recibes tratamiento en un hospital de la red de tu plan de atención médica. Vas camino a tu casa para continuar tu recuperación con cierta tranquilidad: el seguro se hará cargo de la mayoría de tus facturas.
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Pero para ti y para muchos otros pacientes, esa tranquilidad resulta ser un espejismo. Al poco tiempo de volver a casa, recibes una notificación por correo de una empresa de ambulancias, un laboratorio o un especialista que participó en tu tratamiento. No pertenecen a la red de tu plan de salud, y te toca pagar parte de su factura.
De acuerdo con un estudio de marzo del 2019 (en inglés) que llevó a cabo el Health Care Cost Institute y en el que se analizaron datos de reclamaciones de casi 620,000 internaciones hospitalarias, alrededor de 1 de cada 7 pacientes que usaron un hospital de la red recibieron sin embargo facturas de un proveedor médico fuera de la red, un procedimiento conocido como “facturación de saldo”. Los servicios de anestesiología, tratamientos de emergencia y laboratorio fueron algunas de las causas más comunes de estas facturas inesperadas.
¿Por qué te facturan el saldo?
Los proveedores médicos de la red de tu plan de salud no pueden cobrar más del arancel que negoció tu compañía de seguros. Un proveedor fuera de la red puede cobrar su precio total, y con frecuencia lo hace. Muchos planes igual pagan parte de esa factura basándose en lo que el asegurador considera que es el arancel habitual para un procedimiento. El médico o el establecimiento fuera de la red puede entonces cobrarte el saldo restante.
En estos casos, el “monto inesperado” promedio es de alrededor de $1,500, según Mark Hall, profesor de derecho y salud pública en Wake Forest University School of Law, y quien ha escrito mucho sobre la facturación de saldo. Pero la suma de los saldos que te facturan puede llegar a las decenas de miles de dólares, según Karen Pollitz, investigadora principal de Kaiser Family Foundation, quien se concentra en temas de atención médica.
Las facturas de saldos son un problema principalmente para las personas que tienen un seguro privado. Los programas gubernamentales de atención médica, como por ejemplo Medicare, no tienen redes fijas de médicos y establecimientos: puedes ver a cualquier médico que preste servicios cubiertos por Medicare, y la gran mayoría de estos proveedores han acordado aceptar los aranceles de Medicare por sus servicios. (Esto es así si te basas en la Parte A y la Parte B de Medicare, también conocidas como Medicare Original. Si también tienes un plan Medigap o Medicare Advantage que dispone un asegurador privado, puedes estar sujeto a los límites de la red de ese plan).
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