Vida Sana
Dos años. Ese es el tiempo que Donna Domingo lleva luchando con su compañía de seguros por un gasto médico.
Domingo es diabética y necesita una bomba de insulina, que la compañía de seguros considera un medicamento recetado y no un equipo médico. En consecuencia, su parte del costo asciende a casi $500 por cada suministro para tres meses.
“No contiene ningún fármaco. Es un dispositivo”, dice Domingo, de 62 años, quien trabajó en la industria farmacéutica durante 27 años. “¿Cómo pueden facturarme un dispositivo médico en un programa de medicamentos recetados?”.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
Como está discapacitada y vive del Seguro Social, dice que tuvo que recurrir al resto del presupuesto familiar para seguir pagando estas facturas.
“¿Cómo se supone que voy a poder pagar esto? Lo estoy sacando del dinero de la comida”, dice Domingo, que vive en Port Jervis, Nueva York.
Este tipo de frustración está cada vez más extendida, y deja al 7% de la población mayor de 65 años —es decir, casi 4 millones de personas— con facturas médicas pendientes de pago por un valor total de casi $54,000 millones, a pesar de que casi todos tienen Medicare y casi la mitad pagan una segunda cobertura de seguro privado.
Esta cifra supone un aumento del 20% desde el 2019 al 2020, el período más reciente del que existen datos fiables y en el que los adultos mayores en realidad realizaron menos visitas al médico debido a la COVID-19. La cifra también representa más de la cuarta parte de la deuda médica de la población adulta de todas las edades en Estados Unidos, que la organización independiente de investigación de políticas (en inglés) KFF calcula que asciende a $195,000 millones.
La cantidad promedio individual que supuestamente deben los mayores de 65 años que tienen facturas médicas pendientes de pago también aumentó a $13,800, según la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB), una entidad federal.
Los errores de facturación son una causa frecuente
Si bien hasta Domingo admite que según las complejas normas de reembolso de Medicare la compañía de seguros puede tener razón en su caso, la CFPB considera “muy probable” que muchas facturas de este tipo sean sencillamente incorrectas, lo que obliga a los adultos mayores a entablar disputas interminables con los representantes del servicio de atención al cliente y los cobradores de facturas debido a cargos facturados por error. Muchos simplemente las pagan.
“Muchos de ellos podrían acabar por decir: ‘Cárgalo a mi tarjeta de crédito’”, explica Krutika Amin, exdirectora de Política e Investigación del Centro de Información al Consumidor y Supervisión de Seguros del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.
También te puede interesar
Qué hacer cuando se reanuden los pagos de los préstamos estudiantiles
Tras una larga pausa durante la pandemia, vuelven las facturas mensuales.
Los 10 mayores gastos de la jubilación
¿Viajes? ¿Restaurantes? Cierto, pero no olvides la factura de la luz.
17 aplicaciones de restaurantes que ofrecen comida y bebida gratis
Inscríbete para recibir regalos y ganar puntos de recompensa en tus lugares favoritos para comer.