Vida Sana
A los dos hijos de Sheribel Rothenberg no les faltó nada mientras crecían. Pero la abogada de Chicago los animó, como adolescentes, a trabajar durante los veranos, tanto por la experiencia como para desarrollar una ética de trabajo.
"Es una preocupación común de los padres que tus hijos entiendan la importancia de trabajar bien y de contribuir a la sociedad", dice Rothenberg, de 70 años. Sus hijos aprendieron a no esperar el camino fácil, cortesía del banco de mamá y papá. Hoy en día, uno es el director de operaciones de una compañía de inversiones en Los Ángeles, y el otro dirige un centro de estudios en Washington D.C., que él fundó.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
Rothenberg no está sola en su razonamiento. Más padres —incluidas algunas celebridades— quieren que sus retoños se ganen la vida trabajando en vez de que vivan de una herencia. Por ejemplo, el artista Sting dice que se va a gastar su fortuna de $300 millones en vez de dejársela a sus hijos.
El actor Philip Seymour Hoffman insistía en que no quería unos hijos que vivieran de la herencia, y después de su muerte este año, su caudal hereditario de $35 millones pasó a manos de la madre de sus tres menores. Y la persona más rica del mundo, el fundador de Microsoft Bill Gates, le dijo a un entrevistador que no va a hacer de sus hijos unos multimillonarios.
"De ninguna manera. No será nada parecido. Necesitan tener un sentido de que su propio trabajo es significativo e importante", dijo Gates, siguiendo los pasos de los multimillonarios Warren Buffet y Michael Bloomberg, quienes están regalando la mayor parte de sus fortunas.
Los hijos que heredan fortunas —llamados burlonamente "hippies de oro" por algunos— evocan la idea de ser jóvenes mimados y sin motivación. Muchos padres acaudalados y otros acomodados se preocupan de que darles demasiado dinero a los hijos destruirá su motivación o los hará malos administradores del dinero. Y muchos prefieren no decir nada respecto a las finanzas o preocupaciones a sus hijos. Una encuesta reciente del banco de inversión UBS de casi 2,900 inversionistas acaudalados con al menos $250,000 en activos para inversión encontró que una cuarta parte de los padres no habla de herencias ya que no quieren que sus hijos se sientan que tienen derecho a ella, mientras que una tercera parte no quiere que sus hijos cuenten con ese dinero.
Pero los asesores financieros dicen que los padres pueden evitar el peor de sus temores al ser abiertos con respecto a las finanzas e inculcarles a sus hijos valores filantrópicos y una ética de trabajo desde pequeños. Y si eso no funciona, los padres pueden acudir a crear fideicomisos de manera que los hijos no derrochen una herencia.
Los boomers deben estar especialmente preocupados; se espera que ellos trasladen más de $30 millones de millones a sus herederos; más del doble de la suma que los boomers esperan heredar, informa la firma de consultoría Accenture. Y si el pasado sirve de guía, las fortunas logradas por una generación pueden ser eliminadas por la tercera a través de un gasto despilfarrador y una ética de trabajo debilitada.
También te puede interesar
10 objetos de colección con valor sorprendente
No pases por alto estos artículos cuando limpies el ático, el garaje o el sótano.