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10 trucos que los supermercados utilizan para que gastes más... y cómo no caer en ellos

Esas ofertas "especiales" tal vez no lo sean tanto.


spinner image Hombre frente a unos tomates en la sección de vegetales de un supermercado
E+ / GETTY IMAGES

Muchos consumidores, preocupados por la pandemia, se han acostumbrado a pasar menos tiempo en el supermercado. Antes de la pandemia, el comprador típico iba a la tienda 2.5 veces por semana y pasaba 22 minutos en cada visita. Ahora el comprador típico va solo una vez por semana —y sigue queriendo salir de la tienda lo antes posible—, según dice Phil Lempert, fundador y editor de SupermarketGuru.com (en inglés). Por eso, algunos supermercados están echando mano de nuevos trucos a fin de que los compradores se queden más tiempo y compren más productos. A continuación se mencionan 10 de los trucos que mejor les han funcionado.

(Algunos enlaces en inglés)

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1. Exhibir los productos de tal forma que parezcan estar en oferta, aunque no lo están

Cómo funciona: los consumidores están acostumbrados a encontrar promociones especiales en los extremos de los pasillos del supermercado. Sin embargo, los productos allí apilados están en oferta especial en solo aproximadamente la mitad de los casos, según Lempert. "El solo hecho de que los artículos estén apilados hasta lo alto no quiere decir que se vendan a un precio más barato", dice él.

Cómo no caer en este truco... sin dejar de ahorrar: en primer lugar, desde luego, hay que leer la letra pequeña para saber si en realidad el producto está en oferta. Además, según Andrea Woroch, experta en ahorros para el consumidor, también se puede buscar el mismo producto en el pasillo donde normalmente se encuentra para comparar su precio con el de otras opciones similares. Así, estarás seguro de que tu dinero rinda al máximo.

2. Exhibir artículos complementarios el uno al lado del otro

Cómo funciona: durante el verano, una de las exhibiciones más tentadoras del supermercado es aquella, ubicada en la sección de frutas y verduras, que reúne fresas frescas, crema batida y pastelitos para rellenar. Pero esta práctica, conocida como "comercialización cruzada", tiene un solo fin: inducirte a comprar productos que no tenías ninguna intención de comprar, dice Lempert.

Cómo no caer en este truco... sin dejar de ahorrar: no te apartes de tu lista. Si llegaste a la tienda con la intención de comprar fresas, cómpralas; y deja atrás los otros productos, aconseja Lempert.

3. Colocar productos esenciales, como leche y huevos, en la parte trasera de la tienda

Cómo funciona: al colocar los productos de mayor necesidad en la parte trasera, los supermercados obligan al comprador a recorrer toda la extensión de la tienda —dos pasillos, como mínimo, de ida y vuelta— para obtener lo que buscan. En ese trayecto, es muy fácil que te llame la atención algún otro producto que se te antoje comprar por impulso. Este tipo de compra representa casi el 50% de las compras realizadas en los supermercados, dice Woroch.

Cómo no caer en este truco... sin dejar de ahorrar: no vayas al supermercado si solo necesitas unos cuantos productos esenciales, como leche y huevos. En cambio, Woroch aconseja que pienses en comprar esos artículos en la farmacia de la esquina cuando vayas a surtir una receta médica o a comprar algún otro producto que necesites. En la mayoría de los casos, según Woroch, las farmacias venden leche y huevos a precios relativamente justos.

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4. Rociar los vegetales para que luzcan frescos

Cómo funciona: muchos supermercados han instalado costosos rociadores automáticos que dispersan un leve rocío sobre el brócoli, la col rizada y la espinaca, entre otros vegetales, para darles un aspecto de frescura. Sin embargo, esta táctica ingeniosa puede deteriorar la calidad de los vegetales e incluso dar paso a posibles infecciones bacterianas por la falta de limpieza de las boquillas de los rociadores, según Lempert. "En cuanto a la salubridad de los alimentos, es una de las mayores pesadillas de la tienda", afirma. Además, en muchos casos el agua se absorbe en los vegetales y los vuelve más pesados, por lo que pagarás más por ellos, dice Lempert.

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Cómo no caer en este truco... sin dejar de ahorrar: no compres frutas y vegetales que hayan sido rociados. "El rociado no mejora en absoluto las frutas y verduras ya cosechadas", dice Lempert. En cambio, Woroch sugiere —sobre todo si no piensas usarlos enseguida— la posibilidad de comprar vegetales congelados, ya que estos no pierden sus nutrientes con tanta rapidez.

5. Ofrecer muestras para promover las compras

Cómo funciona: ¿quién no ha visto, en la panadería del supermercado, esas muestras de galletas en trozos pequeños (muchas veces en envoltura propia, ahora en tiempos de pandemia) que parecen pedirte a gritos que las comas? No lo hagas. Comer esa muestra induce a comprar las galletas. Es más, quienes consumen muestras de comida chatarra (galletas, papitas y golosinas) gastan en promedio un 60% más en estos productos en el supermercado que quienes no comen las muestras, según afirma Brian Wansink, exdirector del Food & Brand Lab en Cornell University.

Cómo no caer en este truco... sin dejar de ahorrar: eso no quiere decir que debas siempre evitar las muestras. De hecho, Wansink aconseja probar las muestras de fruta fresca, como las de manzana. En una investigación realizada por Cornell University, quienes probaron muestras de manzana gastaron en promedio un 30% más en frutas y verduras frescas, según Wansink. Eso es algo positivo, porque la fruta fresca no solo es más saludable que la comida chatarra, sino que suele ser mucho más económica, dice él.

6. Llamativas promociones anunciadas en circulares distribuidas cada semana

Cómo funciona: las grandes cadenas de supermercados suelen imprimir cada semana circulares que contienen cupones de grandes ofertas. Estas circulares te pueden llegar por correo o se incluyen en el periódico local a mediados de cada semana. Por lo general, es mejor ignorarlas, dice Trae Bodge, experta en compras inteligentes en Truetrae.com. Estas ofertas están programadas intencionalmente para vencer a los pocos días, por lo que pueden incentivar al consumidor a comprar productos que no quiere ni necesita.

Cómo no caer en este truco... sin dejar de ahorrar: en vez de recortar cupones de la circular, Bodge recomienda usar aplicaciones de cupones. Así, podrás recibir cupones específicos cuando estés listo para ir a la tienda, y no cuando la tienda quiere que vayas. (Para ello, Bodge prefiere las aplicaciones Flipp, Dosh e Ibotta).

7. Colocar el refrigerador lleno de bebidas al frente de la tienda

Cómo funciona: desde luego, esas bebidas individuales frías se ven riquísimas —y es tan fácil recogerlas— después de pasar una hora o más haciendo las compras. Y el refrigerador suele colocarse cerca de la caja, para que no puedas perdértelo. Sin embargo, Lempert aconseja pensarlo bien antes de comprar esa bebida fría. Él estuvo recientemente en un supermercado de la ciudad de Nueva York, donde un envase individual de refresco frío se vendía a $2.99: exactamente el mismo precio a que se vendía el paquete de seis refrescos en el pasillo de las bebidas.

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Cómo evitar este truco... sin dejar de ahorrar: si tienes mucha sed, Lempert recomienda recoger el paquete de seis y, cuando llegues a casa, tomar una lata con hielo.

8. Ofertas múltiples

Cómo funciona: a veces se ofrecen tres por $5. O incluso 10 por $10. Llámese como se llame, raras veces es la oferta que aparenta ser, advierte Woroch. Por ejemplo, esos letreros que anuncian 10 por $10 típicamente omiten mencionar que también se puede comprar uno por $1.

Cómo no caer en este truco... sin dejar de ahorrar: si solo necesitas uno, compra solo uno y ahórrate los otros $9, aconseja Woroch.

9. Seducir a los compradores con maravillosos aromas

Cómo funciona: los compradores somos víctimas de nuestros propios sentidos (y bien lo saben los supermercados). Por eso la panadería suele ubicarse cerca de la entrada, donde el olor a galletas o pan caliente recién salidos del horno ejerce una atracción muy fuerte. Estos antojos —provocados por los propios sentidos— pueden inducirte a comprar artículos que en realidad no quieres, dice Wansink.

Cómo no caer en este truco... sin dejar de ahorrar: mastica chicle mientras haces las compras. Aunque parezca una tontería, Wansink insiste en que funciona. Si tienes un chicle en la boca, será más difícil imaginar el sabor o la textura de aquello que huelas al pasar por la panadería. Si no masticas chicle, puedes llevar en la boca una golosina dura, o incluso ir tomando sorbos de una botella de agua, sugiere Wansink. "Eso no solo te ahorrará dinero", dice él, "sino que podría impedir que comas algo que no debas".

10. Colocar productos costosos a la altura de los ojos

Cómo funciona: los compradores son, en su mayoría, perezosos. Aproximadamente el 60% de los productos que compramos en el supermercado están a la altura de los ojos —o a menos de 12 pulgadas de esa altura—, según afirma Wansink. Por eso muchos fabricantes pagan una tarifa especial para que sus productos se exhiban a la altura de los ojos, dice él. "Son las butacas de primera fila ante los ojos del consumidor".

Cómo no caer en este truco... sin dejar de ahorrar: mira hacia abajo. En lo que respecta a los ahorros, las marcas privadas —que muchas veces son más económicas— suelen ubicarse en los estantes inferiores. Es ahí donde generalmente se encuentran las mejores ofertas, dice Wansink.

 

Bruce Horovitz es un escritor colaborador que cubre las finanzas personales y la prestación de cuidados. Anteriormente escribió para Los Angeles Times y USA TODAY. Horovitz escribe regularmente para The New York Times, el Wall Street Journal, The Washington Post, Investor's Business Daily, AARP Magazine, AARP Bulletin, Kaiser Health News y PBS Next Avenue.

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