Johnny Depp y la irreverente 'Black Mass'

Para nuestra sorpresa, el FBI está básicamente de acuerdo. Un joven empleado público ambicioso conocido como John Connolly (Joel Edgerton), quien se crió con Bulger, tiene la tarea de conseguir que Whitey coopere para derribar a los italianos. A cambio de esto, Bulger puede llenar el vacío criminal que dejaron los italianos a su salida, convirtiéndolo así en alguien todavía más peligroso. En el camino, Connolly se compromete tanto que asegura su propia destrucción y traiciona todos los principios que juró defender.

En Black Mass Johnny Depp regresa después de interpretar diferentes personajes extravagantemente llamativos (véase The Lone Ranger, Into the Woods o Mortdecai). En su interpretación de Bulger, Depp no depende únicamente de la máscara y el maquillaje para lograr representar los diferentes matices de la psique perversa de su personaje.

Con su andar lento, voz grave y mirada siniestra que en muchas ocasiones es indescifrable, la interpretación de Bulger que logra Depp irradia una amenaza silenciosa —excepto en aquellos momentos en que de repente reacciona con una violencia letal—. La presencia ominosa de Depp es extraordinaria en la escena de mayor suspenso de la película, cuando una conversación amistosa acerca de una receta familiar secreta se convierte en una discusión desgarradoramente amenazante. Gracias a Depp esta escena está en la misma categoría de la escena de Joe Pesci cuando le pregunta a Ray Liotta, "¿Crees que soy gracioso?" en Goodfellas, o la de Robert De Niro cuando analiza las virtudes del béisbol en The Untouchables. Aquellas personas que disfrutan de la actuación cinematográfica solo pueden esperar que Depp esté a punto de resucitar su carrera al igual que lo hizo Jack Nicholson (quien interpretó a un personaje similar a Whitey Bulger en The Departed, y la realidad es que Depp hace una interpretación muy similar en varias ocasiones durante esta película).

Black Mass es la advertencia de lo que le acontece a un policía honesto que por asociarse con las personas incorrectas va directo al camino de la perdición. Sin embargo, en su interpretación de Edgerton, Connolly aparenta estar muy convencido y dispuesto a dejar que su amigo de la infancia cumpla sus sueños violentos de grandeza. Tan pronto comienza su tarea, Connolly se encuentra en una encrucijada más peligrosa que la de la batalla de Bunker Hill.

Lo que más intriga, pero solo se aborda en ocasiones escasas, es la relación entre Bulger y su hermano Bill —el exitoso y amado presidente del Senado de Massachusetts (por 18 años) y de la University of Massachusetts—. Bill aparece una que otra vez en la película y su servicio público fiel es el complemento perfecto para la maldad de Whitey. Cumberbatch —excelente actor cinematográfico— domina todas las escenas en las que aparece y hasta lo extrañamos cuando no está. Black Mass pudo haber sido mucho más emotiva si hubiéramos podido disfrutar de los hermanos Bulger por más tiempo.