Vida Sana
| Junio marcó el lanzamiento de F9, el noveno filme de la franquicia Fast & Furious (o el décimo, si cuentas el filme derivado del 2019, Fast & Furious Presents: Hobbs & Shaw). Lo que comenzó como una película relativamente simple sobre carreras ilegales de autos en las calles se convirtió en una saga de espías y grandes robos y, por supuesto, muchos autos resplandecientes; desde entonces, se ha transformado en un inmenso mundo que ahora incluye videojuegos, una serie de televisión, atracciones en parques temáticos y actuaciones en vivo.
En apariencia, se trata de grandes y tontas películas de acción (no exactamente del tipo que sería nominado a los premios Movies for Grownups de AARP), pero eso no quiere decir que deberías ignorarlas. En conjunto, han recaudado más de $6,100 millones en todo el mundo, lo que las hace la séptima franquicia de mayor recaudación en la historia del cine, después de James Bond. Si tienes ganas de ver suspenso a gran velocidad, estas son las nueve razones para ver Fast & Furious.
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1. En esencia, los filmes tratan sobre la familia
Sin duda, estos filmes tienen que ver con conducir autos, pero en esencia el tema es el poder de una familia adoptiva. Durante toda la saga, la variada pandilla de amantes de los automóviles hace hincapié en este tema central al hablar sobre la fidelidad, pasar tiempo juntos compartiendo barbacoas y decir frases que podrían aparecer en tarjetas, como esta clásica del improvisado patriarca Dominic Toretto (Vin Diesel): “El dinero va y viene. Todos sabemos eso. Lo más importante en la vida siempre serán las personas en este cuarto. Aquí y ahora. Salud, mi familia”. Según un artículo de Bloomberg del 2017, los primeros siete filmes incluyen 29 abrazos, mientras que las palabras “familia” y “equipo” se pronuncian nada menos que 63 veces. Qué lindo.
2. La diversidad racial de los filmes refleja la realidad actual de nuestro país
Cuando comenzó la saga, se enfocaba en diferentes pandillas de corredores de autos en las calles, divididos principalmente por raza, que competían en las calles de Los Ángeles. Pronto, sin embargo, la “familia” de corredores comenzó a fusionarse y se formó por actores de diferentes razas y orígenes, incluidos Diesel, el difunto Paul Walker, Michelle Rodriguez, Sung Kang, Tyrese Gibson, y luego Gal Gadot y Dwyane Johnson. “No importa de qué nacionalidad seas”, le dijo Diesel a Entertainment Weekly en el 2015. “Como miembro del público, te das cuenta de que puedes ser un miembro de esa ‘familia’. Eso es algo hermoso acerca de cómo evolucionó la franquicia”.
3. ...Y esa diversidad continúa detrás de la cámara
Según el último informe de UCLA sobre la diversidad en Hollywood, los directores que no son de raza blanca dirigieron el 25.4% de los filmes el año pasado, pero la franquicia de Fast & Furious tiene un historial considerablemente mejor. De los primeros nueve filmes de la saga, uno (el número 2) fue dirigido por el difunto John Singleton, la primera persona negra nominada a un premio de la Academia al mejor director (y la más joven, a los 24 años) por el filme de 1991 Boyz N the Hood; uno (el número 7) fue dirigido por James Wan, un director australiano de descendencia china y malaya; uno (el número 8) fue dirigido por F. Gary Gray, de 51 años, el primer director negro con un filme que recaudó más de $1,000 millones en todo el mundo; y cinco (los números 3, 4, 5, y 9) fueron dirigidos por el director taiwanés-estadounidense Justin Lin. Ahora bien, si tan solo contrataran a una mujer para que dirija...
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