8 cosas que Angie Harmon sugiere hacer ahora

 

1. Usa tu poder para el bien

La fama es útil para hacer reservaciones para cenar; ¡eso es lo más importante! Pero en serio, si la utilizas correctamente, por ejemplo, para llamar la atención sobre las personas necesitadas, puede beneficiar al mundo. Lo entiendes a medida que maduras.

2. Dale prioridad a lo importante

Tenía un trabajo y una carrera, pero luego me convertí en madre y eso se volvió mi máxima prioridad. Cuando Rizzoli & Isles terminó en el 2016, les dije a mis hijas que no trabajaría en un programa que me alejara de ellas de esa manera. Y lo he cumplido.

3. Acepta a tu familia

Nunca me vi realmente como madre. Pero mis hijas son las personas más geniales que he conocido: las tres son divertidísimas y hermosas. Son adolescentes; están en la edad en la que todos los demás dicen: "Uy". Y yo me digo: "Las mías son increíbles".

4. Haz un balance

Necesitaba hacer algo más que modelar y me decidí por la actuación. Pero la verdad es que me encantaba modelar. Ahora miro el pasado, esos días de modelo en los que caminaba por la Gran Muralla China con Valentino y vivía en París y en Milán (cosas que no valoré cuando estaban sucediendo), y pienso: 'Caramba, soy tan afortunada. Ya he tenido una vida increíble'.

5. Encuentra lo tuyo

He dirigido antes y soy más feliz cuando dirijo y actúo al mismo tiempo. Algunos lo llaman fluidez; otros lo llaman locura.

6. Mantente abierto

No tenía idea de que me gustaran tanto las flores. Tengo rosas, hortensias, gardenias gigantes... y me encanta la porcelana fina. Aparentemente, soy una viejita.

7. Toma un respiro

Había vivido en aviones casi toda mi vida, viajando entre mi casa en Carolina del Norte y Hollywood. La COVID me obligó a detenerme, a ir más despacio, a apreciar mi hogar, a pasar tiempo con mis hijas. Resulta que soy más hogareña de lo que pensaba.

8. Envejece con ironía

A medida que me hago mayor, es más difícil bajar de peso. Estoy aprendiendo a agradecer mi cuerpo de antes y lo fácil que era mantenerlo. Pero también agradezco que los traseros grandes estén tan de moda.

—Según lo relatado a Janet Kinosian