Vida Sana
A los 77 años, el tecladista Larry Harlow sigue siendo uno de los pocos veteranos de la salsa que produce discos con la misma electricidad de sus grabaciones clásicas. Nacido en Nueva York de origen judío, Harlow era un adolescente cuando se enamoró de la música afrocaribeña y decidió tocar el son montuno y la guaracha con el sabor auténtico de un cubano o puertorriqueño. El músico habló con AARP en Español sobre su flamante autobiografía y el disco que grabó en colaboración con el joven pianista y compositor salsero Marlow Rosado.
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¿Cómo surgió la idea de grabar un disco con Marlow Rosado?
A Marlow lo conocí en Miami hace unos 12 años. Cuando nacieron sus hijas mellizas, mi esposa y yo le mandamos un almohadoncito bordado como regalo. Marlow no estaba contento trabajando como maestro de escuela y yo le recomendé que siguiera sus sueños porque es un pianista talentoso y una buena persona. Me ayudó en un par de sesiones, yo también a él y nos hicimos amigos. De vez en cuando hablábamos sobre la idea de hacer algo juntos. Mientras tanto, él se construyó un lujoso estudio digital en Miami. Ahora que tenía el espacio, me propuso escribir unas canciones y hacer un disco juntos. La propuesta surgió naturalmente: nuestros nombres riman, los dos somos pianistas, productores y ganadores de Grammys.
El disco se llama Harlow Marlow Volumen 1. ¿Habrá un Volumen 2?
Esa es la idea. Grabamos muchas canciones e incluimos las primeras 10 en este disco. La segunda parte saldrá después del verano. Durante los últimos años, cuando visitaba los congresos de salsa, les preguntaba a los jóvenes: ¿qué tipo de material quisieran escuchar? Siempre me contestaban lo mismo: ‘Queremos canciones cortas, porque a veces nos sacan a la pista personas que no saben bailar bien, y si la canción es larga, no las podemos dejar tiradas’ [risas]. Entonces grabamos temas de tres o cuatro minutos cada uno, canciones bailables pero con letras de calidad. Marlow y yo cantamos como sapos, así que invitamos a los soneros de nuestras respectivas orquestas. Recientemente presentamos el disco en un club nocturno de Miami. Marlow tuvo la idea de comprarnos trajes que hacen juego. Lamentablemente, el mío era demasiado chico en la cintura. Pero el evento fue todo un éxito.
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