Vida Sana
Dúo inolvidable
Fueron sinónimo del humor, pero también de la inocencia de la infancia. Hasta el día de hoy, la imagen de Laurel y Hardy —“El Gordo y El Flaco”, como se los conoció en Latinoamérica— despierta sonrisas en espectadores de todas las edades. Representan también la genialidad de los primeros días del cine, cuando todo lo que hoy es lugar común no había sido inventado todavía. Hace 90 años comenzaron a trabajar juntos y protagonizaron 72 cortometrajes y 23 largos.
El Flaco
Arthur Stanley Jefferson —Stan Laurel, “El Flaco”— nació en Inglaterra, en junio de 1890. Su padre era un empresario teatral y lo ayudó a conseguir sus primeros papeles. Su madre murió cuando Stanley tenía 16 años, y desde entonces trató de forjar su propio camino, inclusive lanzándose como cómico independiente. Empleado por el famoso productor Fred Karno, estudió junto a Charlie Chaplin—que se convertiría en uno de sus mejores amigos— y emigró a Estados Unidos en 1912. Actuó en muchas películas antes de trabajar con Hardy.
El Gordo
Norvell Hardy —Oliver, “El Gordo”— nació en enero de 1892, en el estado de Georgia, hijo de un conocido político que murió cuando Oliver era un niño. Su madre compró un hotel para ganarse la vida, y fue ahí que Oliver descubrió una afición que serviría como inspiración futura: observar a los personajes que aparecían por el lobby. Filmó su primera película en 1914, evitó ir a la Primera Guerra Mundial por su sobrepeso, y actuó en centenares de cortos antes de formar la dupla con Laurel.
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Primeras películas
En 1921, Laurel y Hardy aparecen juntos en el cortometraje mudo The Lucky Dog, aunque todavía no son un dúo. Ya trabajando para el prolífico productor Hal Roach, filman Duck Soup en 1927. En junio de ese año se lleva a cabo el rodaje de The Second Hundred Years, su primer protagónico. Empieza con Laurel y Hardy como presidiarios, con sus trajes a rayas, en la cárcel. Laurel hace sus acostumbrados mohines, sintiendo una violenta ola de compasión hacia sí mismo. Inolvidable.
Cinismo a risas
En 1929, uno de los momentos más cómicos en la historia del cine: en Big Business, Laurel y Hardy interpretan a vendedores de árboles de Navidad que se involucran —sin querer queriendo— en una trifulca con un cliente. Un solo incidente desencadena una bola de nieve de agresión, culminando en caos y anarquía absolutos. Más allá de la comedia, la visión cínica del dúo sobre la condición humana queda en evidencia. El productor Hal Roach compró una casa en Los Ángeles para poder destruirla durante la filmación.
Del cine mudo al sonoro
Aparece el cine sonoro, pero el dúo —con sus experiencias juveniles en los escenarios del teatro— no tiene el menor problema para ajustarse a los cambios. Por el contrario, el contraste de sus voces subraya el delicado balance entre sus personalidades tan distintas: la pomposidad burguesa y amenaza permanente de Hardy, versus la actitud pasiva-agresiva y débil de Laurel. Estrenada en agosto de 1929, Perfect Day los encuentra casados, llevando a sus familias a un pícnic que termina con su auto hundido en una laguna.