Vida Sana
Hay muchas personas mundanas, sabias y maravillosas que llenan demasiado sus maletas o se llevan todo lo que no deben cuando se preparan para un viaje. Esto no tiene nada que ver con tener la maleta adecuada, contar con una pila de cubos de compresión o saber cuándo enrollar o doblar la ropa, aunque todo ayuda. El verdadero problema es el momento inevitable de "¿En qué estaba pensando?" al llegar. Como editora de moda, llevo décadas viajando para sesiones fotográficas y vacaciones con solo una maleta de mano y la ropa adecuada para cada situación. Esta es la forma en que tú también puedes hacerlo:
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1. Vístete para el avión, el aeropuerto y la llegada a tu destino
Unas prendas "de viaje" bien conjuntadas pueden ayudarte a conseguir una mejora de categoría o un mejor servicio en complejos turísticos, hoteles, posadas y restaurantes. Unos pantalones con cintura elástica, una camiseta, un suéter ligero o una sudadera elegante y unos mocasines o unas zapatillas de deporte pueden parecer informales, pero en colores neutros y con una chaqueta relajada por encima se convierten en un estilo elevado que te ayuda a no pasar frío en aviones y terminales helados, y durante los retrasos de los vuelos. Asegúrate de elegir colores que estén en sintonía con las prendas que llevas en la maleta para ampliar el vestuario para tus vacaciones. Algunas prendas es mejor meterlas en la maleta que llevarlas puestas, como los leggings (demasiado deportivos para trasmitir autoridad); los vestidos, las faldas y las sandalias (pasarás frío en el avión y te costará ir a la puerta de embarque o cargar con las maletas); y los pantalones cargo multibolsillo de moda, que al parecer siempre los revisa la TSA (Administración de Seguridad en el Transporte).
2. Crea un tema cromático
Una fórmula infalible es limitar las prendas de la maleta a uno o dos colores neutros intensos, como el negro, el azul marino, el marrón o el caqui, más el blanco. Sin embargo, quienes deseen más color pueden añadir un tono brillante a la mezcla. Por ejemplo, el azul marino, el blanco y el rojo pueden irte bien, o el marrón, el caqui, el blanco y el amarillo. El gran error es intentar añadir todas las piezas de colores y estampados de tu armario para conseguir un estilo más festivo. La restricción de color crea un vestuario cápsula con menos prendas pero más versátil para un uso máximo de la menor cantidad de ropa. Es una estrategia que diseñadores, minoristas y estilistas utilizan para crear un "estilo". Emula eso.
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