Encuesta: Más del 70% de las mujeres mayores de 50 años sienten presión para estar a la altura de los estándares de belleza dictados por los medios

Las empresas que adoptan la diversidad y representan con más precisión a sus clientes tienen la oportunidad de aumentar las ventas. Aproximadamente tres cuartas partes de todas las mujeres encuestadas dicen que es más probable que compren productos de anunciantes que representan su edad. Casi el mismo número de encuestadas dicen que es más probable que hagan compras de marcas que presentan diferentes formas corporales.

La encuestada Tracie Metzger, de 61 años, de Franklin, Tennessee, dice que “absolutamente” compraría productos de una marca que ofreciera imágenes realistas que la representaran a ella o a otras personas en su grupo demográfico.

“Hace unos años, Dove hizo una campaña de mercadeo que reflejó a mujeres de diferentes edades y tamaños”, dice. “Empecé a comprar más productos Dove debido a esta campaña de mercadeo”.

El envejecimiento genera más autenticidad

A medida que las mujeres envejecen, sienten menos presión para sucumbir a los estándares de belleza de los demás y son más propensas a sentir su verdadero ser auténtico en una variedad de situaciones, según la encuesta. Por ejemplo:

• Aunque el 41% de las mujeres de 18 a 49 años dicen que sienten mucha presión para cumplir con los estándares de belleza, solo el 22% de las mujeres de 50 años o más dicen lo mismo.
• Las mujeres de 50 años o más dicen que demuestran su autenticidad en el trabajo el 77% de las veces, en comparación con el 66% de las mujeres de 18 a 49 años.
• Las mujeres de 50 años o más dicen que se muestran auténticas con la familia el 88% de las veces, en comparación con el 83% de las mujeres de 18 a 49 años.

Esas respuestas son coherentes con investigaciones anteriores de AARP, dice David.

“Los datos que hemos recopilado a lo largo de los años muestran que, a medida que envejecemos, nos sentimos más cómodas en nuestra propia piel y más cómodas siendo nosotras mismas”, dice. “Creo que eso es una función de la experiencia de vida. Es poder superar las cosas. Te haces más fuerte en tus convicciones y menos susceptible a la presión de los compañeros y otras presiones que surgen”.

Metzger dice que esa ha sido su experiencia. “A medida que maduré, me di cuenta de que no tengo que complacer a nadie más que a mí misma”, dice. “Todavía me enorgullece mi apariencia e intento lucir lo mejor que puedo, pero he llegado a un punto en el que realmente no me importa lo que nadie piensa. Francamente, me hubiera gustado haber aprendido esto más temprano en la vida”.

La encuestada Dee Geddes, de 75 años, de Chamberlain, Dakota del Sur, dice que jubilarse la ayudó a aceptar su ser auténtico. Tiene más tiempo para sus pasatiempos y sus amigos en vez de estar en un entorno laboral competitivo. Lidiar con los desafíos le dio más perspectiva, agrega.

“A medida que envejecemos, evolucionamos”, dice. “Te das cuenta de que hay cosas mucho más importantes en el mundo que cómo nos vemos todas las mañanas y si tenemos el maquillaje perfecto”.

Ser un ejemplo para las mujeres más jóvenes

¿Qué pueden hacer las mujeres mayores para ayudar a las más jóvenes a sentirse más cómodas consigo mismas?

Da un buen ejemplo, dice David, quien tiene 56 años.

“Realmente espero presentarme como un ejemplo a seguir, independientemente de si me pongo maquillaje o si llevo ropa relajada o tacones altos”, dice. “No hay una forma correcta o incorrecta. Tienes que ser fiel a ti misma”.

La encuestada Janet Boyer, de 53 años, de Nemacolin, Pensilvania, dice que las mujeres pueden inspirar a las generaciones más jóvenes al “ser brillantes y audaces sin remordimientos”.

Y la encuestada Dyann Berndt, de 64 años, de Berwyn, Illinois, transmite la sabiduría que su padre le dio: “Que siempre hiciera lo que quería, no lo que la sociedad esperaba de mí o lo que otros me aconsejaban, y que fuera fiel a mí misma”.

“Mi deseo más ferviente para las mujeres jóvenes es que entiendan que son las dueñas de su propia vida”, agrega Berndt. “Siempre deben ser sus mejores admiradoras en lugar de sus peores críticas, y deben vivir la vida que desean, no la vida que se espera de ellas”.