Vida Sana
No sé tú, pero me muero de ganas de ver la nueva película de Barbie, protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling como Barbie y Ken, que se estrena en los cines el 21 de julio.
La directora Greta Gerwig está segura de haber dado un giro visualmente deslumbrante y juguetón al icónico romance de los muñecos de los años 60 (que siempre me hizo preguntarme por qué Barbie tenía cabello "real" mientras que el de Ken era de plástico, ¿qué veía ella en él?).
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Barbie y yo nos conocemos hace muuuuuucho tiempo. Yo nací en 1957 y ella llegó dos años después. Creo que nos conocimos cuando yo tenía unos 4 años. Nunca lo olvidaré: llevaba un bañador de rayas blancas y negras, sin tirantes, que dejaba ver sus ridículas curvas y el cabello rubio recogido en una coleta alta. ¡No me hagas hablar de los tacones bajos! Fue amor a primera vista.
Hasta el día de hoy, asocio a Barbie con una época tan feliz e inocente de mi vida. Nuestra familia tenía un bonito auto Volkswagen Beetle de color azul claro. Mi dormitorio tenía papel pintado rosa con un estampado de margaritas y un tocador con espejo. Los Beach Boys dominaban las ondas, tanto dentro como fuera de la radio. Comíamos pollo frito congelado de Swanson mientras veíamos uno de los tres canales existentes de televisión y de vez en cuando íbamos a Dairy Queen como capricho especial. Todo parecía ir bien.
¿Fue en los años 70, y yo era una adolescente, cuando la muñeca Barbie se convirtió en sinónimo del color rosa fuerte? En aquel momento se me ocurrió que su fabricante, Mattel, estaba intentando aprovechar las preferencias y los deseos de las niñas al marcarlo como el tono favorito de Barbie. En retrospectiva, fue un movimiento publicitario brillante, aunque estereotipado. Este tono vibrante sigue siendo sinónimo de feminidad, poder y, bueno, ¡atractividad!
Así que ahora que somos mayores y más sabias (y quizás nos sintamos sexi), celebremos todo lo color rosa: la sandía, el chicle, el champán, el lápiz labial, las conchas marinas, los diamantes, los flamencos, las peonías, el algodón de azúcar... ¡y Barbie!
Cómo llevar esta tendencia:
Para que quede claro, no quieres vestirte de rosa de pies a cabeza como Barbie. Una o dos piezas por conjunto, ¡como mucho! Puedes vestirte en tonos diferentes, por ejemplo, combinando una camiseta rosa pastel con unos pantalones de un color más intenso, como el color sandía, pero con accesorios en colores neutros. Los tonos rosas combinan a la perfección con el azul marino, el blanco, el verde oliva y el caqui. Combinar el rosa con otros tonos pastel puede ser un poco complicado para una mujer madura. Y mantente alejada de los estampados con capullos de rosas, los cuadros y los calados bordados. ¡Demasiado aniñado! Pero si añades un par de sandalias color chicle o un chal fucsia a un conjunto totalmente blanco, ¡verás cómo resaltan!
Bonitas en rosa
¿No nos ves tumbadas junto a la piscina de la casa Dreamhouse escuchando la radio a transistores?
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