Vida Sana
Si uno tuviera que describir con una sola palabra la carrera de Thalía, quizás tendría que llamarla “camaleónica”. ¡Vaya si ha variado y enriquecido su carrera desde que comenzó en el mundo del espectáculo! En los ochenta conquistó a los jóvenes con el grupo Timbiriche y más tarde a millones a través de exitosas telenovelas. Entre una cosa y otra, lanzó su carrera musical como solista.
Más recientemente, escribió libros y estrenó su serie Así es cómo lo hacemos en su canal de YouTube. Ahora, convertida en madre de dos niños, comparte con el mundo su nuevo disco, Viva Kids Volumen 1. En él destaca aquellas canciones que les ha cantado desde que nacieron. Thalía nos habló de esta nueva arista de su carrera y cómo sus hijos han sido los protagonistas.
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Tras vender 40 millones de discos de música pop, ¿qué te hizo incursionar en la música infantil?
El ser madre me despertó este lado artístico. Cuando mis hijos nacieron, comencé a recordar muchas de las canciones con las que crecí, algunas que mi mamá me cantaba a mí, otras que veía en la televisión. Comencé a cantárselas a mis hijos y miraba cómo se dejaban llevar por las letras. Me preguntaban, “¿por qué se ríen las vocales?”, “¿Por qué se va a casar el piojo con la pulga?”. Así es que se me ocurrió hacer un proyecto muy casero: grabé unas maquetas en el estudio de mi casa, para mis hijos. Pero cuando las escuchó mi compañía disquera, se desquició. Me dijeron que era algo que tenía que escuchar todo el mundo.
¿A qué momentos y a quiénes te llevan esas canciones?
A mis aulas de primaria, a la cocina de mi mamá con esa riqueza de olores, al televisor de mi casa, a los juegos preciosos con mis amiguitas. Por eso grabarlo no fue siempre fácil, pues tiene un elemento de nostalgia bien grande.
Hay temas muy personales, como En un bosque de la China, pues me lleva a esa complicidad importante entre mi mamá y yo, que creo que se desarrolló cuando comenzamos a jugar y cantar juntas. Ella siempre me cantaba esa canción; nos disfrazábamos de chinitas y jugábamos mientras cantábamos. Esa es la canción más querida y más nostálgica del disco.
¿Podría decirse que el disco es un tributo a tu mamá?
Mi mamá está presente en todo el disco y en cada día de mi vida; todo lo que hago está dedicado a ella. Y de manera especial este disco es un tributo hecho para [mis hijos] Sabrina y Matthew Alejandro, también para todos los niños del mundo, porque los niños también merecen tener su propia música y es algo que se nos estaba olvidando.
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