Varios ‘rounds’ con Rosie Perez

¿Existen otros parecidos entre las actuaciones y el boxeo?

Oh, sí. [Con el boxeo], el cuadrilátero es un escenario. Te encuentras frente a millones de personas. Es lo mismo que sientes cuando subes al escenario de una obra de Broadway. Si no investigaste bien tu rol, si no practicaste lo suficiente, la noche del estreno podrías fracasar. Cuando sube el telón, tienes una verdadera oportunidad para hacer lo que se espera de ti. Es lo mismo con el boxeo. De veras exige tener muchísima motivación. Cuando entras en el cuadrilátero, tu realidad y carácter se revelan ante el público, hasta antes de tocar guantes. En un escenario de Broadway se siente lo mismo. ¿Tienes fortaleza suficiente para poder seguir adelante?

¿Cuál es la mayor idea equivocada sobre el boxeo?

Que es solo para personas pobres o tontas o para las menos afortunadas; y que explota a estas personas. Eso no es necesariamente cierto. No se trata solo de dos personas golpeando cabezas; realmente no se trata de eso. Si eso no te parece bien, entonces tampoco debe parecerte bien el rugby, el fútbol americano y muchos otros deportes. El boxeo es mucho más que eso. Si llegas a conocer a estos boxeadores y sus historias, cambiarás de opinión. Ya no los juzgarás, y les tendrás un respeto inmenso, por todo lo que lograron en su lucha por llegar hasta donde han llegado.

En tus memorias, escribes sobre cómo, cuando eras niña, la brutalidad del deporte te molestaba y entusiasmaba. ¿Puedes hablar más sobre esa reacción mixta?

De adulta todavía tengo la misma reacción. El boxeo es un deporte de habilidad y fuerza, pero se supone que la habilidad tenga prioridad sobre la fuerza. En realidad no deseo ver a nadie lastimado, pero sí es cierto que se lastiman. Es emocionante ver esa habilidad que les permite evitar los golpes. He recibido golpes antes y he pensado, '¿Cómo pueden evitar ese golpe a la cabeza? Es algo increíble'. Los boxeadores tienen esos reflejos porque han estudiado tanto y se han entrenado tan bien. Pero cuando se lastiman, o cuando la pelea dura demasiado tiempo, soy la primera en tuitear, '¡Deben detener la pelea!'. No hay por qué ver a nadie derrotado de esa manera. Cuando ves a tu boxeador favorito recibir golpes, es cuando lloras. No lloras porque perdió, lloras porque recibió tantos golpes innecesarios. Te parte el corazón.

¿Tienes una verdadera conexión con estos boxeadores?

Muchos de estos boxeadores se sienten atrapados en las circunstancias en que nacieron. En vez de esperar recibir limosnas o lástima, deciden encontrar una manera de superarse por sí mismos —yo entiendo eso perfectamente—. [Ellos deciden], 'Voy a ponerme los guantes, y voy a cambiar mis circunstancias'. Algunas veces vives indirectamente a través de ellos... cuando estaba creciendo hubo momentos cuando lo único que deseaba era golpearle el rostro a alguien, pero no podía. Hubo momentos cuando deseaba derrotar a alguien, no físicamente, sino mentalmente, cuando intentaban limitarme, o negarme ciertas oportunidades. Así es la vida. Deseas darle un golpe a la vida, y no puedes. Solo debes seguir luchando, y cuando ves una pelea de boxeo, eso es lo que están haciendo. [En el cuadrilátero] lo ves todo. Ves su temor, su inseguridad, su corazón de campeón.

¿Qué piensas que es posible aprender al mirar peleas de boxeo o comenzar a practicarlo?

El carácter, la dedicación y lo que significa trabajar duro. Si comienzas a practicarlo, te diré si eres una persona dedicada o no. Te darás cuenta de lo fuerte que eres. Quizás no físicamente, pero se necesita mucha fortaleza para prepararse para una pelea de boxeo. Si lo logras, vas a poder sentirte satisfecho.

¿Qué es lo que te ha sorprendido con el paso del tiempo?

Cómo me importan menos las cosas que antes eran tan importantes para mí. Lo mucho más relajada que estoy. Lo tranquila que me siento.

¿Qué es lo que más deseas en los años por venir?

Pasar tantos años como sea posible con mi esposo. Cuando te vuelves mayor, comprendes que parte de un amor verdadero, un amor fiel, un amor maduro es tener una relación y una amistad madura, verdadera y fiel que sencillamente no deseas perder. Cuando te vuelves mayor comprendes lo preciosa que es la vida, y que es algo maravilloso y una bendición tener con quien compartirla.