Los Tigres del Norte rinden tributo a Vicente Fernández

Un día me encontré en Houston con el arreglista de Don Vicente, y me dijo que le habían escrito una canción muy bonita como homenaje, que tal vez me interesara grabarla. Después pasé por Guadalajara y Vicente me pidió si podíamos ir a visitarlo en su casa. Nos dijo entonces que le habían escrito muchas canciones como tributo, pero que la única que realmente le gustaba era ésta, “Un consentido de Dios”. Le propuse grabarla, pero además de eso hacer un video juntos. Terminamos realizando el disco completo, fusionando su estilo con el sonido nuestro. 

Justamente lo que más me sorprendió del disco fue esa fusión del estilo Tigres con toques de música ranchera. ¿Cómo surgió ese concepto?

Platicando con él, quería que Los Tigres estuvieran al frente de la música y que atrás hubiera una semblanza de Vicente; por ejemplo, los violines, o las trompetas bien “amariachiadas” como las usaba él. No fue fácil. A veces en el estudio quieres sacar ese sonido y no llega, hay que hacer cambios. Lo logramos paso a paso. Algunos de los arreglos se limitan a nuestro grupo, con el acordeón y bajo sexto. En otras logramos esas líneas que tienen naturalidad y crean el sentimiento de remembranza. Es como si le estuviéramos dedicando la grabación a Vicente. Ojalá el público capte esa intención.

Vicente tiene un catálogo de centenares de canciones. ¿Cómo hicieron para elegir el repertorio del disco?

Hablamos con Vicente y su arreglista para informarnos sobre cuántas canciones tiene y cuáles son las que el público aplaude más. Nos dieron una lista y elegimos 14, los temas que tenían más sentido para nosotros. Investigando su repertorio nos encontramos con muchos éxitos a nivel internacional.

¿Hay alguna canción que sea tu favorita a nivel personal?

Me encanta “Palabra de rey”. Se me enchina la piel cuando escucho cómo la canta él. Otra, más reciente y en otro estilo, es “Acá entre nos”. Son muchas. Me parece importante seguir grabando su cancionero para que esté siempre presente.

Siempre me ha sorprendido que Vicente a veces suena como el arquetipo del charro recio, pero en otros temas canta con una ternura, una sensibilidad muy particular.

Desde luego que sí, tiene una educación de voz muy avanzada. Puede cantar como barítono, pero en las canciones románticas usa tesituras a media voz, prácticamente platicando la historia y creando un grave diferente. Canta como contenido, apoderándose de la canción y expresando un sentimiento íntimo. Ahí está la voz, nada más para él y el micrófono.

Hace muchos años nos juntábamos en el Hotel Alejandría de Los Ángeles y cada quien cantaba lo suyo. “¿Tú puedes alcanzar un do mayor?”. “A ver esas notas altas”. Empieza uno a jugar y aprende de los que saben más. Son momentos que recordaremos con mucho amor.

Lo que más me gusta del nuevo disco es que democratiza la música mexicana. Géneros como ranchera, norteño, banda sinaloense no son exclusivos. Se pueden amigar.

Este disco tiene un simbolismo para nosotros. Como intérpretes, Los Tigres queremos que la música mexicana siga creciendo. Para nosotros no hay barreras. Tratamos de incursionar en todas las áreas donde podamos explorar distintas raíces. La idea es comunicar a través de nuestras costumbres y manera de pensar.

Queremos grabar canciones que tengan significado para todos los amigos que nos hemos ganado a través de los años. Que las canciones nos hagan vibrar, que las acompañemos con un vino tinto o un tequila. Que olvidemos los malos pensamientos y disfrutemos de los mejores recuerdos junto a la gente que amamos.