Esta vívida biografía, también ganadora del premio Pulitzer, analiza el modo en que la turbulenta presidencia de Andrew Jackson definió el más alto cargo del país para bien y, a menudo, para mal. Meacham plantea que Jackson fue responsable de la consolidación del poder ejecutivo y demuestra su carácter de pionero de lo que consideramos la política moderna, que incluye las actividades de campaña destinadas directamente al pueblo estadounidense y el partidismo contencioso. El libro también aborda las repercusiones políticas de los escándalos del círculo íntimo de Jackson, como el Petticoat affair, que hizo tambalear a su gabinete y provocó el ascenso de su sucesor, Martin Van Buren. Meacham presenta a este controvertido presidente como la personificación de lo mejor y lo peor de Estados Unidos, con su inamovible fe en el hombre común y sus despiadadas políticas de expulsión de los nativos estadounidenses y de apoyo a la trata de esclavos.
Grant
por Ron Chernow (2017)
Durante mucho tiempo, Ulysses S. Grant fue considerado un general alcohólico de la Guerra Civil y un presidente plagado de corrupción, a pesar de que condujo al ejército de la Unión a la victoria. Chernow, historiador y autor de Alexander Hamilton, rechaza esa reputación: describe a Grant como un brillante estratega militar y se centra en su compromiso con la Reconstrucción. Durante su presidencia, Grant aprobó leyes, envió tropas federales para reprimir al Klu Klux Klan y se ganó la admiración de Frederick Douglass, quien lo llamó “el protector alerta, firme y sabio de nuestra raza”. Sin embargo, Chernow también explora con gran detalle los puntos débiles de Grant, como sus dificultades con el alcoholismo y su carácter excesivamente confiado.
Theodore Rex
por Edmund Morris (2001)
Este es el segundo libro de la magistral trilogía de Morris sobre Theodore Roosevelt, y se publicó 21 años después del primer libro ganador del premio Pulitzer. Es igualmente fascinante que Theodore Rex se centre en los dos mandatos de Roosevelt que comenzaron en 1901, cuando a los 42 años se convirtió en la persona más joven en llegar a la presidencia. Morris plasma la energía y el carisma del Roosevelt, rasgos que lo ayudaron a negociar el fin de la guerra ruso-japonesa (lo que le valió el Premio Nobel de la Paz), a gestionar la construcción del canal de Panamá y a sentar las bases del Sistema de Parques Nacionales —y que fue la esencia de su afición a nadar desnudo en el Potomac y organizar rondas de boxeo con los miembros de su gabinete—, así como sus tropiezos en materia de relaciones raciales.
No Ordinary Time: Franklin and Eleanor Roosevelt: The Home Front in WWII
por Doris Kearns Goodwin (1994)
En otro ganador del premio Pulitzer y gran éxito de ventas, Goodwin entrelaza las vidas privadas de la familia Roosevelt y de la nación durante la conmoción que se produjo en la Segunda Guerra Mundial y después de ella. A partir de 86 entrevistas con personas que conocían personalmente al presidente y a la primera dama, la renombrada historiadora incluye un increíble volumen de detalles personales. Durante los años de la guerra, por ejemplo, Franklin lograba conciliar el sueño imaginando que andaba en trineo en la casa de su infancia en Hyde Park, Nueva York. También describe cómo, mientras Franklin se centraba en ganar la guerra, la extraordinaria Eleanor batallaba con su marido para proteger el frente interno y defender los beneficios del New Deal, y lograr un progreso en materia de derechos civiles, vivienda y bienestar social.
Richard Nixon: The Life
por John Farrell (2017)
Esta exhaustiva y reveladora biografía incluye nuevos datos sobre la intromisión de Nixon en la tentativa de Lyndon B. Johnson de llegar a un acuerdo de paz en la guerra de Vietnam, corroborados por una serie de notas recientemente halladas que fueron escritas por el jefe de Gabinete de Nixon, H.R. Haldeman. Farrell, un experiodista político, se basa en entrevistas con amigos, familiares y colaboradores de Nixon que no se divulgaron hasta el 2012 para demostrar la forma en que este presidente creó su imagen política como paladín del “hombre olvidado” y logró agudizar las desigualdades entre razas y clases en el país, y también cómo el escándalo de Watergate, que obligó a Nixon a renunciar, no fue una excepción sino el último acto de un patrón de actividades ilícitas que se prolongó durante una década y dejó un sombrío legado.
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