He sido afortunada. He tenido el mismo representante durante 30 años. Él es realmente una buena persona. Ahora somos como una vieja pareja de casados. No es que nunca estemos en desacuerdo, pero él es alguien en quien he confiado y nunca jamás le ha dicho una mentira a alguien que yo conozca. Hay algo hermoso en tener un representante que se preocupa por el bienestar de su artista por encima de las recompensas monetarias. Y mis padres me han respaldado. He vivido cosas que fueron muy difíciles, como sufrir acoso sexual, y llamé a mis padres y les dije que no sabía qué hacer. No es común que uno pueda volverse hacia sus padres y decir: “Necesito que alguien me escuche”.
A usted la desestimaron cuando buscó ayuda legal después de que Frank DiLeo (el representante de Michael Jackson) comenzara a acosarla sexualmente durante su participación en la gira “Bad” en la década de 1980. ¿Se siente esperanzada con los cambios que han ocurrido desde entonces?
Con la red #MeToo, una denuncia no queda desatendida, y tampoco se da esa reacción inmediata de condenar a la mujer. No es perfecto, pero al menos las mujeres pueden presentar su caso y ser escuchadas, no vilipendiadas.
¿Y ve ahora un mejor entorno para las mujeres en la industria de la música?
Para mí, es algo extraño. Pienso: “¿Hemos avanzado tanto?”. Yo estoy criando a dos muchachos. No puedo permitirles ver las entregas de premios. Y debo tener cuidado con lo que escuchan. Las mujeres definitivamente son las maestras de su estilo y las dueñas de su imagen. Pero la cantidad de imágenes sexuales que hay... ¿Cuál es el mensaje? ¿Es que no somos lo suficientemente fuertes para ser artistas y músicos increíbles e inteligentes? No sé dónde estamos ubicadas como artistas femeninas si una parte tan grande de ello se basa en una imagen sexual. Obviamente, yo soy una artista mayor, y trato de encontrarle sentido a eso.
Los medios analizaron su vida romántica bajo el microscopio, especialmente cuando se comprometió con Lance Armstrong [la pareja se separó después del escándalo de dopaje]. ¿Cómo afrontó eso?
La mayoría de mis relaciones fueron públicas, y fue un terreno difícil. He sido muy buena a lo largo de los años para ignorar mi propia prensa, pero hubo un momento después de que Lance y yo nos separamos y a mí me diagnosticaron cáncer de seno que no podía caminar dentro de mi casa porque había cámaras tomando fotos a través de las ventanas. En ese momento sí sentí que me tenía que mudar más cerca de mi familia. Nashville era una opción excelente porque tiene industria musical, allí vive mi hermana y estaba a tres horas de mi familia.
Usted es reservada por naturaleza, y sin embargo hizo pública su lucha con el cáncer y se convirtió en activista. ¿Por qué?
A mí me causó gran conmoción escuchar el diagnóstico. Publiqué una nota solo para decir que había recibido el diagnóstico, que lo recibirá una de cada siete mujeres y que lo iba a encarar de frente, y pedí privacidad. No sabía si volvería a hablar alguna vez de eso. Pero como me sacó de algunos hábitos tóxicos y de algunas relaciones tóxicas y dictó que refinara mi vida y redefiniera quién soy, decidí que podía valer la pena hablar sobre ello.
En el documental también habla de su historia con la depresión.
Que los momentos bajos sean muy bajos no es ninguna broma, y no se lo debe tomar a la ligera. Se están suicidando personas jóvenes. Tenemos que abordar eso como cualquier otro tema de salud. Tenemos que poder hablar sobre eso. Lo que ha hecho [el nadador olímpico] Michael Phelps ha sido realmente hermoso. Él y tantos otros han dicho: “Parece que yo tuviera todo a mi favor, y sin embargo tengo este trastorno preexistente que es parte de cómo estoy hecho, y voy a alentar a otros con este problema a que busquen ayuda”.
¿Qué la llevó a adoptar?
Cuando completé el tratamiento contra el cáncer, no sabía si iba a volver a la música. Siempre había querido tener hijos. Mi madre dijo: “Sé madre. Consigue un donante de esperma. Consigue un vientre subrogado”. Yo no sentía necesariamente que quería tener un bebé. Solo quería ser madre. Comencé el proceso de adopción, y en poco tiempo tenía dos hermosos muchachos. Nunca los he dejado estar en las redes sociales, así que su participación en el documental es la primera vez que permito que los vean.
¿Qué piensan del estilo de vida de los artistas de rock?
Saben que es mucho trabajo. No es solo tener miles de personas que cantan contigo cuando estás en el escenario. La mayor parte de lo que han visto es la gira. Les encanta: llevan las guitarras y ayudan a los muchachos y cobran $10 por show. Por su mayor parte, los niños solo quieren que su madre sea madre. Quieren que las cosas sean normales. Cuando les he preguntado si quieren que me retire, dicen no, no, no. Hasta que ellos digan: “Quedémonos en casa”, todos vamos a cargar las cosas como la familia Partridge y salir de gira. No sé si hay alguna alarma que te avise cuando ya estás demasiado grande para seguir. Si hay una señal clara de que es hora de quedarse en casa, no tendré ningún tipo de reservas en hacerlo.
Cumplió 60 años en febrero. ¿Cómo lo celebró?
Fue maravilloso. Mis hijos me llevaron al cine y después fuimos a Panda Express. No me gusta el número porque me recuerda que debería ser como mi abuela. Pero no me siento así. Estoy en una posición muy especial, de ser músico y tener una mentalidad juvenil y tener inspiración. Eso me mantiene joven y alerta, y tengo a estos dos maravillosos muchachos que me hacen saltar en el trampolín y jugar al básquet.
¿Fue un hito importante?
Hay algo en cierta forma hermoso y liberador en cumplir 60 años. Ya no compito con nadie de 20 o 30. Puedo escribir lo que se me da la real gana. Puedo hacerlo solo para mí o para mis hijos. Escribí una canción llamada “Forever” (Por siempre - enlace en inglés) para mis hijos, y espero que un día quieran cantársela a sus hijos. Las cosas a las que se enfrentan nuestros hijos son tan diferentes de las cosas contra las que luchábamos nosotros. Un par de álbumes anteriores escribimos una canción llamada “Wouldn’t Want to Be Like You” (No querría ser como tú - enlace en inglés), inspirada en personas en puestos de envergadura que mienten tanto que finalmente terminan por creer sus propias mentiras. Ahí fuera hay una comunidad galvanizada que quiere música que diga la verdad. Por eso es que seguiré haciéndolo.
Edna Gundersen, quien escribe con frecuencia reseñas musicales para AARP, se desempeñó durante muchos años como crítica de música pop para USA Today.
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