Vida Sana
5 cámaras en línea para ver animales
1. Osos pardos en las cataratas Brooks del Parque Nacional Katmai, Alaska
Ve a osos pardos salvajes en Alaska intentar atrapar salmones rojos que saltan en las cataratas en camino a las zonas donde se reproducen desde hace muchísimo tiempo. Asegúrate de sintonizar la Semana del Oso Gordo, del 30 de septiembre al 6 de octubre de este año, para ver la competencia anual tipo March Madness en la que algunos de los osos más conocidos del río Brooks se disputan el título del oso más gordo del 2020, según los espectadores.
2. Águilas de Decorah del Raptor Resource Project en Iowa
Los miembros del Raptor Resource Project construyeron este nido de águila calva cerca de un criadero de truchas en el 2015 con la esperanza de que las águilas tomaran posesión de él. Sintoniza la transmisión para ver las aves todo el año.
3. Helzberg Penguin Plaza en el Zoológico de Kansas, Kansas City, Misuri
Mira a 17 pingüinos rey, 8 pingüinos macaroni y 45 pingüinos gentú caminar y nadar en su frío hábitat en el Zoológico de Kansas City. Los pingüinos ponen huevos con frecuencia, y en el zoológico han ocurrido varios exitosos nacimientos de encantadores polluelos.
4. Santuario de Cóndores Californianos en Big Sur
Esta cámara muestra inmaculados paisajes de los bosques de secuoyas rojas y las escarpadas montañas de Big Sur, al igual que el regreso del cóndor al borde de la extinción. En su punto histórico más bajo en 1982, solo quedaban 22 cóndores californianos. El número ha aumentado a 312 aves silvestres y 173 cautivas, y esta cámara capta el nido de los cóndores criados en cautiverio de la Ventana Wildlife Society que han regresado a su hábitat natural.
5. Bebedero Tau en la Reserva de Caza Madikwe, Sudáfrica
¿Quieres ver elefantes, jirafas, leones, cebras y guepardos en su hábitat natural? Este oasis atrae más de 27 especies de caza mayor e innumerables aves. Siempre se puede ver algo espectacular.
Melynda Wilcox se siente asombrada al ver a la panda gigante Mei Xiang mecer a su nuevo osezno, que nació del tamaño de una barra de mantequilla, en sus anchas patas negras.
Al sintonizar la cámara de los pandas gigantes del Zoológico Nacional del Smithsonian, Wilcox, de 56 años, tiene un asiento en primera fila desde donde puede ver a Mei Xiang acurrucar al bebé panda, amamantarlo y hasta dejarlo en el heno unos momentos mientras se mueve inquieto.
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“Me encanta mirarla”, dice Wilcox. “Es maravillosa con ese pequeñito”.
Wilcox llevaba a sus hijas cuando eran niñas, obsesionadas con los pandas, a ver a Mei Xiang y ahora se acaban de graduar de la universidad. Durante las últimas dos semanas, Wilcox ha estado pendiente, a través de su computadora, de la transmisión en vivo de la cámara de los pandas para ver cómo están la mamá y el bebé durante el día.
“Debido a la pandemia, todos buscamos algo que muestre emoción y una conexión entre dos seres vivos”, dice Wilcox. “Eso nos hace tanta falta en nuestras vidas”.
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