Cómo salvar tu matrimonio cuando tus padres o tus suegros se mudan a tu casa

Pero esas esperanzas optimistas pueden causar expectativas poco realistas. “Las parejas pueden ser muy idealistas sobre cómo va a ser el proceso”, dice Sara Qualls, profesora de Psicología en la Universidad de Colorado. “Anticipar que habrá roces ayuda a romper esa idealización”.

Los espacios cerrados pueden desencadenar conflictos fácilmente, dice David Rakofsky, psicólogo clínico y fundador de Wellington Counseling Group en Chicago. “No importa tu temperamento, vas a ver a ese padre o suegro en sus peores días. Y ellos te verán en los tuyos”, dice. “Los suegros, en particular, pueden haber disfrutado de cortesía a distancia durante décadas. Pero todo eso puede cambiar, y puede sentirse realmente destructivo si no se maneja bien”. Un informe de marzo del 2022 del Pew Research Center expone que casi una cuarta parte de los adultos en hogares multigeneracionales dicen que la situación de vivienda es estresante “todo o la mayor parte del tiempo”.

Si estás considerando pedirle a mamá o papá que se muden a tu hogar, primero debes asegurarte de que realmente has crecido. “Muchas personas retroceden cuando vuelven a vivir con su familia de origen”, dice Regina Koepp, geropsicóloga con sede en Vermont. “Puede revivir viejos conflictos que no se resolvieron por completo y que todavía son puntos sensibles”.

Mary McLeod, de 57 años, cuya madre de 83 años se mudó con ella en el 2020 para recibir ayuda durante el tratamiento contra el cáncer, dice: “A veces todavía siento que podría tener 15 años. La situación revive dinámicas antiguas entre mi madre y yo: ‘¡No deberías replicarme!’”. 

Cualquiera que sea la historia, es responsabilidad del hijo adulto no repetirla. Eso no significa que debes suprimir tus sentimientos, enfatiza Rakofsky. “Esta puede ser tu oportunidad de trabajar esas cosas, y expresarlas de manera amorosa y constructiva”.

¿Estás considerando que tu padre o tu madre viva contigo? Los expertos y quienes lo han hecho ofrecen estos consejos.

Establece prioridades firmes. “Establezcan con claridad sus metas como pareja”, aconseja Qualls. “¿Quieres tener un gran impacto en el trabajo? ¿Has estado celebrando tener el hogar vacío? Sé honesto sobre lo que es importante para ti ahora. Una vez que lo hagas, se hará evidente qué conflictos podrían surgir, y luego puedes prepararte para ellos”.

Protege tu intimidad. “Piensa en cómo usas tu espacio y tiempo para jugar, para discutir, para hablar cosas profundas”, agrega Qualls. “¿Cuándo y cómo se mantendrá al adulto mayor fuera de las decisiones? ¿Qué asuntos familiares se compartirán?”.

Escápense juntos con regularidad. “Cada semana nos tomamos un día libre y nos divertimos”, dice Marta Burcham. Su esposo Steve agrega: “También nos vamos de vacaciones tres o cuatro veces al año, solo nosotros dos”.

Establece las reglas de la casa. Al igual que en cualquier arreglo funcional de vivienda grupal, los miembros de la familia deben ponerse de acuerdo sobre sus derechos y responsabilidades. Temas importantes para tratar: finanzas, comidas, quehaceres, privacidad, ruido, horarios, vidas sociales. Revisa primero la lista con tu cónyuge y luego preséntasela al adulto mayor para que aporte su contribución.

Programa “charlas de pareja”. Koepp aconseja caminar juntos durante media hora unas cuantas veces a la semana. Ya sea que seas el hijo o el yerno, “trata de ponerte en el lugar de tu pareja”, dice. “Comparte tu perspectiva. Pónganse de acuerdo”.