Puertos USB extra
Es probable que el estéreo de tu auto tenga uno o varios puertos USB. Aunque son útiles para reproducir música, lo más seguro es que no sirvan para cargar tus equipos o que los cargue muy lentamente. La solución más sencilla es instalar un cargador en el encendedor de cigarrillos. Debes verificar que el cargador tenga una intensidad corriente de al menos 2.4A (amperios), porque, de lo contrario, no recargará correctamente tus equipos. Entre más amperios tenga el dispositivo, mejor. Este cargará más rápido, especialmente si es de un modelo reciente, compatible con una carga rápida. Hay varias opciones como el Aukey Car Charger o el Anker Car Charger, que están por el rango de los $10.
Sistema de detección de peatones en la calle.
Toa55/iStock
Carga inalámbrica para celulares
Este dispositivo, que los autos modernos ya lo llevan incorporado, se ha popularizado recientemente, pues permite usar el teléfono inteligente para consultar un mapa o escuchar música sin agotar la batería, o ahorrarse la incomodidad y el riesgo de usar cables para manejar.
Si tu auto no tiene este mecanismo, hay una amplia variedad de opciones que se pueden conectar al tomacorriente del coche o recargar previamente en casa, como si se tratara de una batería externa. Algunas opciones incluyen el Steanum ($30) o el Nequio ($46), el cual carga con más rapidez.
Conexión por wifi
Muchas empresas automotrices, como Chevrolet, Dodge o Ford, ofrecen wifi de fábrica o han anunciado que ofrecerán la posibilidad de conectarse a redes 4G en todos sus modelos en Estados Unidos. Estas redes son las mismas que usan los teléfonos inteligentes para conectarse a internet y tienen la misma cobertura que las empresas que proveen internet.
Pero si tu coche no cuenta con una conexión incorporada, una solución relativamente económica es que compres un hotspot inalámbrico para crear una red wifi en el auto. Por ejemplo, el ZTE ($50) o el Verizon Jetpack ($48) te dan accesibilidad a internet, pero no olvides tomar en cuenta los costos del internet móvil, que pueden ser de prepago o postpago.
Pantallas conectadas
Muchos autos ya vienen con pantallas, Android Auto o Apple CarPlay, que ofrecen una funcionalidad parecida a la de los teléfonos inteligentes, pero limitada a las funciones más usadas al manejar (mapas, música o llamadas a través de un altavoz Bluetooth) y con una interfaz simplificada para usarse en el auto. Estas pantallas requieren de un teléfono inteligente para conectarse a internet y cargar las aplicaciones, pero son más seguras porque se instalan en el auto, como si fueran el estéreo. Algunos modelos de marcas reconocidas como Sony o JVC, pueden utilizar los dos sistemas, y cuestan entre $250 y $350.
Apps para control del auto
Generalmente, la aplicación para dispositivos móviles se empareja con el auto moderno y permite encender el motor o la calefacción, verificar las puertas, abrir o cerrar los seguros o las ventanas, ayudar en la navegación y mostrar estadísticas, como millas recorridas, estado del tanque de combustible o gasto de las ruedas. Algunas marcas permiten usar la app a todos los usuarios de modelos nuevos, pero otras cobran una tarifa mensual de suscripción. Normalmente, cada fabricante de auto ofrece su propia aplicación, y la calidad y la funcionalidad de estos servicios también varían entre fabricantes y modelos.
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