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Aprender a conducir después de los 50 años

Consejos para los conductores mayores que están al volante por primera vez.


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Mónica E. Vázquez Alvarez/Getty

La primera semana de diciembre se celebra la Semana de la Concientización de Conductores Mayores. Y si bien muchas personas podrían usar este tiempo para aprovechar y refrescar sus habilidades de conducción después de décadas en la carretera, no todos obtienen su licencia de conducir (en inglés) a los 16 años.

Tal vez hayan dependido de un familiar para transportarse, vivido en una ciudad con transporte público o tenido una mala experiencia con un instructor en el pasado que les causa ansiedad por conducir, dice Lynn Fuchs, fundadora y presidenta de A Woman’s Way Driving School en Nueva York.

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Pero para las personas que están listas para ponerse detrás del volante por primera vez a una edad avanzada, hay pasos que pueden tomar para hacer que el camino sea un poco más llevadero. Esto es lo que necesitas saber. 

Aprender a conducir puede tomar un poco más de tiempo ahora, así que sé paciente contigo mismo

Elly Creager, propietaria de Athens Driving Prep en Athens, Georgia, dice que enseñar a los adultos mayores a conducir es muy diferente de enseñar a los adolescentes. ¿Por qué? La misma razón por la que los adolescentes pueden aprender a tocar un instrumento más rápidamente: sus lóbulos frontales todavía se están desarrollando, por lo que pueden absorber información más fácilmente, dice Creager. 

“Después de la adolescencia, se necesita más esfuerzo para forjar los caminos en el cerebro necesarios para conducir; juzgar rápidamente la velocidad y la distancia, por ejemplo, se aprende más fácilmente en la juventud”, afirma. 

La mayoría de los adultos mayores requieren más del doble de tiempo para aprender habilidades de conducción porque necesitan más repetición. Pero los conductores mayores tienen otras cualidades que son beneficiosas, como sabiduría, paciencia y fuertes poderes de observación, agrega Creager, que ayudan a navegar la labor a menudo frustrante de aprender a conducir. 

Los conductores mayores también entienden los riesgos, dice Creager, lo que puede significar una conducción más segura.

Encuentra un instructor profesional que te relaje

Geeta Durgha, de 63 años, una de las estudiantes de Fuchs, había dejado de conducir después de un terrible accidente automovilístico a los 16 años. Tener una instructora empática la mantuvo motivada para seguir con sus clases. 

“Asegúrate de inscribirte en clases con alguien que te haga sentir cómodo, y luego simplemente hazlo. Ahora conduzco a menudo por mi área y me encanta”, dice Durgha. 

¿No estás seguro de cómo encontrar ese instructor perfecto? Pídeles recomendaciones a tus amigos o familiares en lugar de inscribirte en algún lugar solo porque sea conveniente, aconseja Fuchs. 

Si no puedes pagar por un instructor profesional o no quieres ir por esa ruta, pídele a un amigo o un familiar que te enseñe, sugiere Fuchs. 

“Elige un mentor que puedas emular. Debe tener un historial de conducción segura y responsable, así como el respeto de las leyes y las reglas”, dice.

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Eso es lo que Elizabeth Widmer, de 87 años, hizo cuando decidió sacar su licencia a los 48 años después de que su madre muriera y le dejara un auto.

“Mi esposo dijo: 'Tienes que conducirlo o deshacerte de él', así que decidí conducirlo”, dice Widmer, quien vive en Apollo, Pensilvania.

Widmer aprendió a conducir con la ayuda de su esposo y su hija, Lori, y dice que inmediatamente se sintió tranquila. Pasó su examen de conducción en el primer intento.

Planifica con anticipación cualquier adaptación que puedas necesitar hacer

También es buena idea pensar en cualquier problema de salud que haga que conducir sea peligroso, así como cualquier ayuda específica para conducir que puedas necesitar. Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), todos los conductores mayores deben hacer lo siguiente:

  • Evaluar si alguna enfermedad dificultará la conducción segura (como la vista, los temblores o la memoria).
  • Consultar con tu farmacéutico para ver si alguno de tus medicamentos podría afectar tu juicio al conducir.
  • Pensar en cualquier funcionalidad especial que necesitas que tu auto tenga para conducir (tal vez un asiento giratorio o un extensor de pedal).
  • Revisar las tecnologías de asistencia para conductores que deseas en un auto (como el frenado automático y la asistencia de carril).

Practica, practica, practica 

Creager sugiere conducir tanto como sea posible entre las clases y en diferentes momentos del día.

“Cuando conduzcas con amigos o familiares, expresa lo que estás a punto de hacer; esto mantiene a todos más relajados y conscientes, y te ayuda a reforzar tus habilidades”, explica.

“Sé paciente contigo mismo; aprender a conducir es una gran tarea, pero lograrás un nuevo nivel de independencia con una licencia de conducir”.

Diane Saarinen, de 59 años, no había sacado su licencia porque nació y creció en la ciudad de Nueva York. Fue solo cuando su esposo se jubiló y se mudaron a Athens, Georgia, hace ocho años que Saarinen se dio cuenta de que tendría que aprender a conducir.

“Conducir un auto me parecía algo extraño, y me tomó mucho tiempo sentirme cómoda al volante”, recuerda.

“Al principio, ciertas cosas me aterrorizaban. Recuerdo haber tenido una clase para conducir por la noche, donde un venado salió de la nada e incluso tocó ligeramente el auto, pero mi instructor de conducción dijo que manejé la situación muy bien y nadie salió lastimado”.

Saarinen siguió el consejo de Creager y, luego de 22 clases de conducción, pasó su examen de conducción en el primer intento. Pasó aproximadamente un año antes de que realmente se sintiera cómoda al volante.

“Mi esposo es 15 años mayor que yo, así que sé que algún día voy a conducir por ambos. Todavía me pongo nerviosa por cambiar de carril si no hay mucho espacio, pero vamos a Savannah en marzo, y nos vamos a dividir el tiempo al volante”, dice.

Además, Fuchs señala que nunca es demasiado tarde para aprender a conducir. En sus 42 años como instructora de conducción, ha enseñado a personas de todas las edades; su estudiante de más edad tenía 93 años. “Para muchos, se trata de ayudarlos a desarrollar su autoestima y reconocer que con paciencia y perseverancia, todo es posible”, dice. “Sé realista sobre el proceso y sé paciente. Cada persona aprende a su propio ritmo”. 

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