¿Qué sucede con el Seguro Social en un cierre del Gobierno?

En caso de que se produjera un cierre, la SSA implementaría un plan de contingencia (en inglés) detallado, emitido en agosto del 2023. Esto es lo que dice el plan de la SSA sobre varias funciones y servicios del Seguro Social en caso de cierre.

Pagos de beneficios

“Continuaremos las actividades esenciales para nuestras operaciones de servicio directo y las necesarias para asegurar el pago preciso y oportuno de los beneficios”, indica el plan de la SSA.

Los ingresos por impuestos sobre la nómina continuarán dirigiéndose a los fondos fiduciarios que proporcionan dinero para cubrir los beneficios jubilatorios, los beneficios para sobrevivientes, los beneficios para familiares y el Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI), y la SSA dice que tiene autoridad legal para procesar los pagos incluso si las asignaciones del Congreso se agotan.

La SSA también administra la Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI), un beneficio de red de seguridad para personas con ingresos muy bajos que tienen problemas visuales, tienen una discapacidad o tienen 65 años o más. Si bien la SSI se paga con ingresos generales del Gobierno, la SSA dice que tiene suficiente dinero previamente asignado para continuar haciendo pagos de la SSI durante los próximos tres meses, mucho más que cualquier cierre anterior.

Servicios que no se verán afectados

Si bien algunas oficinas federales despedirían temporalmente a la mayoría de sus trabajadores y, en esencia, dejarían de funcionar en caso de cierre, la SSA inicialmente mantendría trabajando a cerca del 85% de sus aproximadamente 62,000 empleados para continuar funciones y servicios esenciales. Además del pago de los beneficios, estos incluyen:

La SSA también administra la Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI), un beneficio de red de seguridad para personas con ingresos muy bajos que tienen problemas visuales, tienen una discapacidad o tienen 65 años o más. Si bien la SSI se paga con ingresos generales del Gobierno, la SSA dice que tiene suficiente dinero previamente asignado para continuar haciendo pagos de la SSI durante los próximos tres meses, mucho más que cualquier cierre anterior.

Servicios que no se verán afectados

Si bien algunas oficinas federales despedirían temporalmente a la mayoría de sus trabajadores y, en esencia, dejarían de funcionar en caso de cierre, la SSA inicialmente mantendría trabajando a cerca del 85% de sus aproximadamente 62,000 empleados para continuar funciones y servicios esenciales. Además del pago de los beneficios, estos incluyen:

• Procesar solicitudes de beneficios.
• Procesar apelaciones denegadas de reclamaciones por discapacidad.
• Celebrar audiencias de apelación.
• Procesar cambios en los datos de los beneficiarios, como un cambio de dirección, información de depósito directo o un fallecimiento reportado.
• Emitir tarjetas nuevas y de reemplazo de Seguro Social.
• Continuar las revisiones de discapacidad y redeterminaciones (evaluaciones periódicas de la SSA para determinar si las personas que reciben SSDI y SSI todavía reúnen los requisitos para obtener beneficios). 
• Restablecer beneficios suspendidos.

Servicios que se verían afectados

Estos son algunos de los servicios y actividades del Seguro Social que se suspenderían en caso de cierre de acuerdo al plan de la SSA:

• Verificaciones de beneficios.
• Reemplazar las tarjetas de Medicare.
• Corregir y actualizar los registros de ingresos de los trabajadores y los beneficiarios.
• Procesar sobrepagos.
• Mejoras en la tecnología de la información, relaciones públicas y capacitación.

La SSA dice que “reevaluaría” las cifras de los despidos temporales si se produce un cierre por más de cinco días, después del cual se podría enviar a más empleados a casa, como sucedió en los cierres anteriores. Pero incluso en ese caso, la agencia dice que retendría a los trabajadores “esenciales para nuestras operaciones de servicio directo”.

“Por lo general, los solicitantes y los beneficiarios deben recibir el mismo servicio de siempre”, dice Kathleen Romig, directora de Políticas del Seguro Social y Discapacidad en el Center on Budget and Policy Priorities.