Vida Sana
| El anuncio de empleo para una compañía de tecnología médica buscaba un abogado para su personal con "3 a 7 años (no más de 7 años) de experiencia legal relevante”. Sí, leíste bien: no más de siete años de experiencia legal relevante. Es una postura sorprendente; que la experiencia laboral no solo se vea como algo negativo, sino también como un factor de descalificación.
El anuncio de empleo en cuestión resultó en una demanda judicial (presentada por AARP Foundation) y, como consecuencia, un fallo del Tribunal de Apelaciones del Séptimo Circuito que temporalmente tuvo un pequeño pero importante impacto contra la discriminación laboral relacionada a la edad. Sin embargo, el tribunal ya está reconsiderando esa decisión este otoño. Que no quepa la menor duda, la discriminación por edad en el trabajo sigue teniendo fuerza.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
Según un nuevo estudio de AARP —“Age Discrimination against Older Workers" (en inglés) (Discriminación por edad contra trabajadores mayores)—, de 3,900 adultos (mayores de 45 años) encuestados, el 61% han sufrido o sido testigo de discriminación por edad en el trabajo. Algunas veces la discriminación está integrada en el proceso de solicitud. De los encuestados que han solicitado nuevo trabajo en los últimos dos años, el 44% reportan que se les preguntó su edad o año de graduación escolar. Aunque no es ilegal que los empleadores busquen esa información (solo para basar sus decisiones de contratación en eso), no es difícil imaginar cómo, con frecuencia, tal información relacionada a la edad se evalúa a puertas cerradas.
Por ejemplo, en un estudio reciente, en Tulane University unos investigadores enviaron más de 40,000 currículos para solicitar unos 13,000 puestos vacantes publicados en línea en 12 ciudades de Estados Unidos. Respondieron a cada anuncio con tres diferentes currículos que representaban un grupo de edad distinto (por ejemplo, solicitantes jóvenes, de edad media y adultos mayores). Aunque todos tenían habilidades casi idénticas, el estudio encontró que los candidatos mayores recibieron muchas menos llamadas de seguimiento —entre un 20% hasta casi un 50% menos— que los más jóvenes. “Se trata de la edad; no tiene nada que ver con la experiencia”, concluyó el coautor del estudio..
Los empleados van envejeciendo, pero muchas prácticas de contratación se mantienen estáticas
A pesar del avance continuo en la fuerza laboral de Estados Unidos, y en el mundo, donde los empleados mayores forman un porcentaje cada vez mayor de la fuerza laboral (sin mencionar el mercado laboral disponible), muchas organizaciones continúan viendo a los empleados mayores con escepticismo o, como en el caso anterior, ven la combinación de edad y experiencia como un factor decisivo inaceptable.
También te puede interesar
La nueva realidad del envejecimiento
Con la innovación llega una forma de vivir mejor en esta etapa de la vida.