Vida Sana
¿Te acuerdas de la gigantesca tormenta de nieve que cayó sobre Texas en febrero? Tormentas de hielo que no se habían visto hicieron estallar los árboles contra los cables de electricidad y congelaron las turbinas eólicas que encienden los habitantes en Texas para dotarse de luz y calefacción. En algunas zonas, las temperaturas récord causaron nevadas que no se habían visto desde el gobierno de Truman. También se congelaron las tuberías que suministran gas natural a las centrales eléctricas. Las familias se agruparon en la oscuridad en busca de calor durante días, y el país vio su desdicha por televisión.
Recordemos ahora los casi 10,000 incendios que hubo en California en el 2020 que consumieron más de 4.2 millones de acres de bosques y cobraron la vida de 33 personas. Solamente el incendio del Complejo Norte fue responsable de la quema de más de 300,000 acres y cobró la vida de 16 personas. La temporada de incendios del año pasado fue la peor en la historia de California: causó la pérdida de incontables secoyas milenarios y cambió la naturaleza del estado dorado para siempre. Una vez más, intervino el clima extremo: relámpagos y una ola de calor sin precedentes, combinados con los vientos del Diablo y de Santa Ana, causaron incendios que mantuvieron a California en las noticias vespertinas durante gran parte del verano.
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Cambio climático y ...
Esos son los extremos del cambio climático, pero además el clima de todos los días se ha convertido en extremo. Los científicos han estado midiendo la temperatura del aire desde los años 80, y el 2020 fue el segundo más caluroso de los últimos 140 años en la Tierra, según la National Oceanic and Atmospheric Administration. Es más, los 19 años más calurosos, hasta ahora registrados, se han producido desde el año 2000. Sin importar lo uno piense de las causas, el clima está cambiando y las repercusiones ya no son una preocupación tan lejana. El aumento de la temperatura y un clima más intenso producen una serie de problemas que afectan la vida de los adultos mayores, como la zona donde elegimos vivir, los nuevos riesgos de salud a los que nos enfrentamos, y también el estilo de vida que tanto hemos anhelado.
Con el fin de evaluar estos riesgos, AARP Bulletin conversó con más de tres decenas de expertos y analizó más de noventa estudios. Clasificamos sus opiniones sobre el impacto actual e inmediato del cambio climático para los adultos mayores en cuatro categorías: finanzas, vivienda, salud y actividades cotidianas. Los expertos también comparten sus consejos sobre lo que podemos hacer para mitigar estos problemas ahora y en caso de que empeoren.
Tus finanzas
Riesgo: mayor riesgo de tormentas
Impacto: aumento del precio del seguro inmobiliario
Alguien tiene que pagar por la devastación que causan las heladas, las inundaciones, los huracanes y los incendios que protagonizan cada vez más las noticias, y probablemente seamos nosotros quienes asumamos ese gasto en forma de mayores costos de seguros. Las tarifas anuales de las pólizas de propietarios son altísimas en Luisiana y Florida después de las tormentas, donde las primas ahora ascienden a más de $3,000 por año incluso con el costo relativamente bajo de reconstrucción, según el Insurance Information Institute. Para algunos residentes de California, el seguro contra incendios se disparó un 300% en el 2019 tras las grandes quemas que se produjeron en el estado.
Sin embargo, otro factor que aumenta estos costos es la incertidumbre. “Si las compañías de seguro temen que las peores situaciones puedan incluso empeorar, deberán prepararse para ello y exigir primas más altas”, señala Robert Erhardt, quien investiga Estadísticas Medioambientales y Climáticas en Wake Forest University. Por ejemplo, una tormenta en la que caen 40 pulgadas de lluvia durante cuatro días en Texas era casi impensable hasta que llegó el huracán Harvey en el 2017. Después de eso, los actuarios volvieron a calcular las probabilidades al 18% de que se produzca una tormenta similar o peor para fines del siglo XXI debido al cambio climático. Esto se traduce en facturas más altas.
Con más de $20,000 millones en deuda por los pagos por los huracanes, el National Flood Insurance Program de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) aumentó las primas en el 2020 en un promedio de 11.3%, y mucho más en el caso de las propiedades situadas en las zonas más propensas a inundaciones. Todo esto también está dando lugar a una reforma del sistema. FEMA pronto revelará el “Risk Rating 2.0”, el mayor cambio en la forma de calcular las primas del seguro contra inundaciones desde que se creó el programa en 1968, y los nuevos precios cobrarán vigencia el 1.° de octubre. Tampoco es necesario vivir en zonas peligrosas para que aumenten las primas de seguro. Los $20,000 a $25,000 millones en reclamaciones que se pagaron por Harvey “se trasladan a los clientes incluso si vives en Washington o Maine”, explica David Havens, quien cubre el segmento de seguros del banco de inversiones Imperial Capital. “Cuando los precios del seguro individual aumentan luego de una gran pérdida, los precios mayoristas aumentan incluso más, y las compañías de seguros deben recuperar esas pérdidas”.
Riesgo: condiciones agrícolas caóticas
Impacto: alimentos más costosos
¿Crees que gastas demasiado en el supermercado? Considera que el verano pasado, al menos un tercio de las cosechas de maíz, soya y otros cultivos de Iowa fueron arrasados por fuertes y prolongadas tormentas eólicas que causaron daños destructivos por el viento y las lluvias torrenciales en el medio oeste. El clima extremo también afectó el suministro de una bebida favorita: el año pasado, la cosecha de uva de vinificación de California disminuyó un 14%, en gran parte debido a los incendios forestales.
En general, el costo de los alimentos en el 2020 aumentó más del doble que el año anterior, según el Índice de Precios al Consumidor. No hay duda de que la pandemia ocasionó algunas interrupciones en la producción y la distribución, pero los expertos advierten que el clima también influyó y hará que los precios sigan siendo más altos. Los cultivos especiales como el café, el cacao, el té, la miel y la vainilla son aún más vulnerables. Amanda Little, autora de The Fate of Food, señala que “Es probable que veamos más escasez y aumento de precios en los alimentos más deliciosos”.
Prioridades de AARP
La política de AARP se centra en tres áreas principales del cambio climático que afectan a las personas mayores:
Energía: AARP apoya políticas de energía sostenible de tipo económicas y confiables que garanticen la posibilidad de que todos los consumidores puedan cubrir las necesidades energéticas esenciales.
Comunidades habitables: AARP pide opciones de transporte que incluyan alternativas con respecto a conducir autos; viviendas que utilicen materiales y tecnologías que disminuyan el uso de energía y agua; acceso a parques; y políticas que tomen en cuenta los desastres naturales.
Salud: la política de AARP apoya soluciones al impacto inmediato y a largo plazo del cambio climático en la salud de los adultos mayores, las personas con discapacidades y otras poblaciones vulnerables.
El cambio climático representa un riesgo aún mayor en otras zonas del mundo, ya que algunas poblaciones del Medio Oriente y África Oriental enfrentan condiciones de hambruna.
Oportunidad: mitigación del clima
Impacto: más inversiones “ecológicas”
En toda crisis emergen la oportunidad y la esperanza. Las empresas están invirtiendo en tecnologías ecológicas, y su éxito podría potenciar tus fondos de jubilación o de inversión. La “inversión ecológica” está en auge, ya que los inversores compran acciones, bonos y fondos que se centran en la sustentabilidad medioambiental.
En los últimos años, la cantidad de oportunidades de inversión en la categoría ESG (aspectos ambientales, sociales y de gobernanza) se ha disparado, con cerca de 400 fondos de capital variable y fondos cotizados en bolsa ESG, según el analista de fondos Morningstar. Algunos están invirtiendo en activos como bonos verdes, acciones de energía eólica y fondos de energía limpia.
Estas alternativas les brindan a los jubilados y a quienes se acercan a la jubilación otras opciones de diversificación, según Mitchell Kraus, planificador financiero y consultor autorizado de inversión con responsabilidad social en Santa Mónica, California. “Casi todas las inversiones en la categoría ESG superan las inversiones convencionales o se comportan de forma similar”, señala Tensie Whelan, directora fundadora del Stern Center for Sustainable Business de New York University, y cita un metaanálisis de más de mil informes de investigación que el centro llevó a cabo en colaboración con Rockefeller Asset Management. Sin embargo, como con cualquier tipo de inversión, existen riesgos. Los inversores podrían perder dinero, advierte Whelan. Y como no existe una norma universal establecida sobre lo que se categoriza como ESG, hay un margen para la interpretación, señala.
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