Vida Sana
A pesar de no aparecer en el diccionario de la lengua castellana, la palabra “asertividad” (que la tomamos prestada del inglés assertiveness) denota la destreza social de una persona de expresar sus sentimientos u opiniones directamente. En este sentido, ser “asertivo” es poder comunicarse para pedir lo que necesitas, hablar de lo que piensas, y decir lo que sientes. Ser asertivo no es ser agresivo, egoísta, o imponer tu opinión a los demás. Es más, para ser verdaderamente asertivo la comunicación debe ser respetuosa.
Para muchas personas no es fácil ser asertivo, pues existe la idea generalizada de que cuando uno expresa lo que siente o necesita está siendo egoísta. Por ejemplo, si un miembro de la familia pide algo prestado, nos cuesta trabajo decirle “no”, porque pensamos que se podría molestar o vernos como egoístas, o porque nos sentimos culpables. A pesar de parecer complicado, comunicarnos asertivamente puede ayudarnos a resolver mejor los problemas y mantener relaciones interpersonales armoniosas y respetuosas.
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Dicho esto, para las personas dedicadas a cuidar de un ser querido de la familia, la comunicación asertiva es importante para:
- sobrellevar las tantas responsabilidades que asume uno;
- pedir y aceptar ayuda;
- resolver conflictos familiares;
- evitar sentirse culpable;
- mantener la salud física y mental; y
- hacer valer los derechos.
Derechos asertivos
Es importante que el que cuida de otra persona reconozca que, como ser humano, tiene 10 derechos asertivos, según propone el doctor Manuel J. Smith en su libro Cuando digo no, me siento culpable. La responsabilidad de cuidar de otra persona puede ser más gratificante si aceptas que tienes:
1. Derecho a juzgar tu comportamiento, tu pensamiento y tus emociones, y asumir la responsabilidad por estos y por las consecuencias que podrían resultar;
2. Derecho a no tener que ofrecer excusas o justificaciones por tu conducta;
3. Derecho a juzgar si eres responsable o no de encontrar soluciones a los problemas de otros;
4. Derecho a cambiar de parecer u opinión;
5. Derecho a cometer errores y responsabilizarse por ellos;
6. Derecho a decir, “No sé”;
7. Derecho a actuar independientemente de la buena voluntad u opinión de otros;
8. Derecho a tomar decisiones sin que tengan que seguir un proceso lógico;
9. Derecho a decir, “No entiendo”; y
10. Derecho a decir, “No me importa”.
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