Vida Sana
Mis padres vivieron conmigo mientras yo me ocupaba de su cuidado, y reconocí que ese cuidado implicaba mucho más que administrar medicamentos, brindar atención personal y acudir a las citas médicas. Una parte fundamental de mi función era organizar sus actividades. Para su salud mental, física y cognitiva era esencial que se mantuvieran activos, que participaran y que interactuaran en la mayor medida posible. Tengo formación como musicoterapeuta y al principio de mi carrera fui directora de actividades en centros de cuidado diurno para adultos, así que me resultó algo natural. Sin embargo, a muchas personas les cuesta encontrar actividades que sus seres queridos puedan hacer.
Aquí tienes algunas actividades que han surgido de mi experiencia y de los miembros del grupo de discusión de AARP para cuidadores familiares en Facebook (en inglés).
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1. Lee y comparte
Ayuda a tu ser querido a elegir un nuevo libro o a volver a leer alguno de sus favoritos. Mejor aún, explora una serie de libros, de vaqueros, misterios y romances históricos. Si tu ser querido ya no lee, intenta leerle en voz alta (yo le leía a papá los poemas de James Whitcomb Riley, su poeta favorito de su estado natal, Indiana). También puede escuchar audiolibros con una aplicación para leer libros. Muchas bibliotecas ofrecen audiolibros o libros electrónicos digitales sin costo alguno, y tal vez puedas descargarlos a una aplicación como Libby o A Library Thing. La madre de Bee Heather pide libros que quiere leer en su lector electrónico Kindle Fire, y Bee los descarga de una biblioteca digital y los envía al dispositivo de su madre. “Tiene 88 años y es una lectora apasionada”, añade Heather. “También le encanta hacer rompecabezas en su dispositivo Fire”.
Intenta crear un club de lectura solo con ustedes dos para leer los mismos libros y comentarlos, o convoca a un grupo más grande de familiares o amigos para comentar el libro por teléfono o videollamada. Una aplicación de club de lectura como Bookclubs, Bookship o Fable puede ayudarte a participar o a crear clubes de lectura presenciales o virtuales.
2. Escribe tarjetas y cartas con tus seres queridos o pide que se las envíen
“Mi madre era escritora”, nos cuenta Suzy Love. “Consigo tarjetas de felicitación para todo el año. Elegimos juntas la tarjeta para cada persona, y yo escribo una nota autoadhesiva en cada una con el nombre de la persona, la fecha del acontecimiento y su vínculo con mamá. Cada dos o tres semanas pasamos un rato en el que ella redacta lo que quiere poner en la tarjeta (con mucha ayuda) y luego lo escribe. (Yo me encargo de los sobres). Con esta actividad la ayudamos a conservar la estructura de las frases y la escritura. (También me ayuda a reconocer las deficiencias. Por ejemplo, necesita ayuda para calcular la fecha, pero ya no puede escribir el año sin ayuda). Nos da la oportunidad de conversar sobre los familiares y amigos, recordar nuestras experiencias y entender bien los vínculos entre toda la familia. Además, le permite estar en contacto con esos familiares y amigos”.
Love no se detiene allí. “El año pasado organizamos un evento que llamamos ‘90 tarjetas por 90 cumpleaños’”, relata. “¡Algunas personas enviaron hasta tres tarjetas! Luego escribí en el reverso de cada tarjeta el nombre completo del remitente, su ciudad y su vínculo con mamá. Las colocamos en un cesto junto a su silla para que ella también pudiera mirarlas”.
Otras opciones incluyen enviar notas de agradecimiento a los miembros del servicio militar por medio de Support Our Troops (en inglés), enviar tarjetas a los residentes de un centro cercano de enfermería especializada o enviar notas de agradecimiento a los maestros de las escuelas.
3. Aprende a documentar la historia de su vida
Addie Cursio descubrió que conversar sobre la historia de la vida de su madre tuvo un gran efecto. “Mi hija me dio un librito llamado About Mom que tenía preguntas sobre la vida de mi madre”, nos dice. “Mientras tomábamos el café por la mañana, le hacía preguntas simples sobre su vida. Esta actividad ha producido un cambio radical. Antes apenas hablaba, excepto sobre el tiempo, si tenía frío, y cosas así. También miramos álbumes de fotos viejas. Le pregunto despacio quién es cada persona, la identificamos y hablamos del contenido de la foto”.
Una forma de documentar la historia de la vida de tu ser querido es grabar relatos con una aplicación como StoryCorps (en inglés), donde se archivan todas las historias de la Biblioteca del Congreso, y que ofrece una guía para que puedas hacer tus propias grabaciones. El Legacy Project (en inglés) ofrece una lista muy completa de preguntas para hacer en entrevistas sobre la vida que se responden con facilidad.
“Les di a mis padres mayores algunos proyectos para hacer”, señala Lindalee Singer Provost. “Uno se llamaba ‘legado escrito’ y tenía una lista de preguntas para que respondieran, como ‘qué aprendí de mis errores’ o ‘qué aprendí de mi trabajo’. Otro proyecto consistía en grabar anécdotas de distintas épocas de su vida”.
Quizá te sorprenda la sabiduría y la experiencia que tus seres queridos tienen para compartir, y puede hacerlos sentir bien tener algo que aportar. Beth Warriner visita a su padre y le hace preguntas sobre plantas, un tema que conoce bien. “A veces le llevo hojas o flores para que me diga cuáles son”, explica. “También le compré una planta de tomates para que la cuide en el patio del hogar de ancianos”.
4. Disfruta de un juego con ellos
Desde juegos de cartas hasta rompecabezas y juegos de mesa, muchos cuidadores familiares utilizan los juegos (en inglés) como un modo de hacer participar a sus seres queridos. Lisa Pugh también lo convierte en un momento de interacción social para su madre. “Una vez al mes, invitamos a algunos primos a comer y jugamos un partido de dominó”, relata.
Los juegos de mesa y de cartas también son interactivos, estimulan la mente, ejercitan las habilidades motrices y, con suerte, los harán reír. Janet Cohen dice que su padre tiene Parkinson, así que utiliza juegos para estimular sus aptitudes cognitivas. “Con frecuencia intentamos jugar con él al juego de la memoria (con diferentes tipos de cartas). El nuevo juego que le encanta es Kings Corner”, indica. “También le gusta el Rack-O. Sus cuidadores remunerados también participan en estos juegos”.
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