Vida Sana
Según un nuevo análisis de AARP (en inglés) de datos federales, los casos y las muertes por COVID-19 están aumentando una vez más en los hogares de ancianos del país a medida que las tasas de vacunación continúan rezagadas.
Durante un período de cuatro semanas desde finales de julio hasta finales de agosto, los casos de COVID-19 entre los residentes de hogares de ancianos se duplicaron, alcanzando su tasa más alta desde marzo. Uno de cada 47 residentes dio positivo al virus en todo el país. Cuarenta y cinco estados reportaron aumentos en sus tasas de casos de residentes.
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A medida que aumentan los casos, las muertes por COVID-19 entre los residentes de hogares de ancianos también están aumentando. El nuevo análisis de AARP mostró que las muertes por COVID-19 entre los residentes aumentaron un 80% en todo el país en comparación con el período del informe mensual anterior. El aumento eleva el número de muertes por COVID-19 entre los residentes de hogares de ancianos en el 2023 a aproximadamente 5,000.
A los expertos les preocupa el aumento de la enfermedad y la muerte, y dijeron que la rápida adopción de nuevas vacunas contra la COVID-19, que fueron aprobadas y recomendadas por el Gobierno esta semana, será crucial para proteger a esta población vulnerable a medida que se acerca la temporada de virus respiratorios.
“Si bien la emergencia de salud pública ha terminado, este aumento de casos es un fuerte recordatorio de que la COVID-19 sigue siendo una grave amenaza para nuestros seres queridos vulnerables en los hogares de ancianos y el personal que los cuida”, dice Susan Reinhard, vicepresidenta sénior y directora del Instituto de Política Pública de AARP y coautora del análisis. “Debido a que los casos de COVID están aumentando de nuevo y a que la temporada de gripe está muy cerca, es sumamente importante que las personas estén al día con sus vacunas, incluso con el nuevo refuerzo de COVID”.
No son solo los residentes de hogares de ancianos los que están contrayendo el virus. Los casos de COVID-19 entre los trabajadores de hogares de ancianos también se duplicaron durante el mismo período, que terminó el 20 de agosto, con un caso de COVID-19 positivo entre el personal por cada 61 residentes reportados en todo el país. Cuarenta y nueve estados reportaron aumentos en las infecciones de los trabajadores.
Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS), la agencia que supervisa la mayoría de los 15,000 hogares de ancianos del país, escribieron en una declaración a AARP que “estamos preocupados por el aumento de casos [en hogares de ancianos]” y “seguimos alentando firmemente a todas las personas —los residentes, sus familias, el personal y el público en general— a que se mantengan al día con su vacuna contra la COVID-19, ya que esta es la protección más fuerte contra las infecciones y las enfermedades graves”.
Las protecciones contra la COVID-19 están rezagadas
Según Ari Houser, asesor principal de métodos de AARP y coautor del análisis, los recientes aumentos de casos y muertes coinciden con repuntes similares en años anteriores de la pandemia. En los últimos tres años, los hogares de ancianos han visto un pico invernal en los impactos de la COVID-19, pero también un pico a finales del verano y otoño en agosto o septiembre. “Este patrón estacional que hemos observado durante los últimos tres años”, dice, “parece estar ocurriendo nuevamente”.
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