Vida Sana
Las proyecciones demográficas muestran claramente que la expectativa de vida sigue aumentando. Esta realidad implica que cada vez más tendremos que prepararnos para dar o recibir cuidados a largo plazo. Y si bien lo ideal sería que pudiéramos ser cuidados en nuestros hogares, en algunos casos no será posible: Según el Departamento del Censo, en el 2010 habían más de 760,000 personas de la tercera edad en Puerto Rico, de las cuales más de 5,000 residían en hogares para el cuidado de adultos mayores discapacitados.
La decisión de colocar a un familiar en una institución de cuidado a largo plazo es muy delicada, y lo mejor es estar preparado para evitar desacuerdos en la familia.
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Primeros pasos
Si piensas que algún día necesitarás de un centro de cuidados para adultos mayores en Puerto Rico, asegúrate que cumplan con la Ley Número 94, aprobada en el 1977.
Esta ley otorga al Departamento de la Familia “la facultad para licenciar, supervisar los establecimientos privados y públicos existentes en Puerto Rico dedicados al cuidado de ancianos […]”. Bajo esta ley, cada lugar debe mantener una licencia vigente. Además, necesitan un permiso del Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico, ya que entre sus responsabilidades, esa dependencia vigila por la seguridad de las propiedades. Investiga con el Departamento de Salud (DS) y el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) para ver si tienen información sobre los lugares que te interese. El Departamento de Salud tiene un muy útil directorio de teléfonos y correos electrónicos para facilitar tu búsqueda.
Para comunicarte con DACO, puedes llamar al: (787) 777-1500 , extensiones 1445, 1446 y 1447. También puedes ir en persona a las oficinas centrales en San Juan: Plaza Retiro 437, Avenida Ponce de León, Parada 32½.
La Oficina del Procurador de las Personas Pensionadas y de la Tercera Edad (OPPTE) también recomienda que visites varios hogares —incluso sin previo aviso— y que pidas referencias y recomendaciones de personas de confianza, como tu propio médico o tal vez los vecinos del lugar y sus familias. Además pregunta sobre la disponibilidad de los proveedores de salud en horas no laborables y presta atención a la vida cotidiana en el centro: ¿Qué impresión te da el local? ¿Está limpio? ¿Hay medidas de seguridad? ¿Son amables y profesionales los empleados? ¿Cómo se ven los residentes: contentos, tranquilos y limpios, o desatendidos y perdidos? ¿Cómo los trata el personal: con afecto y paciencia, o están tan sobrecargados de trabajo que no pueden atender debidamente a sus cargos? ¿Qué actividades hay disponibles?
Organizaciones de ayuda
La Sociedad de Gerontología de Puerto Rico te puede asesorar, orientar, y proveer información, al igual también que la Asociación de Alzheimer y Desórdenes Relacionados de Puerto Rico. Ambas organizaciones también tienen grupos de apoyo para familiares. Para comunicarte con la Sociedad de Gerontología, llama al: (787) 410-8831 . La Asociación de Alzheimer ofrece esta lista de los contactos y teléfonos de los grupos de apoyo a través de toda la isla.
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