Vida Sana
Un resumen de los problemas de salud —muy humanos, pero algo embarasosos— que persiguen a los hombres. Y para ser justos, también tenemos una versión para las mujeres.
1. Nuevas perspectivas sobre las molestias digestivas
Antes vivías de alitas picantes y perros calientes con chile de carne. Ahora, comerlos puede hacerte sentir como que te estás muriendo.
¿La razón? Con el tiempo, una disminución en las enzimas digestivas y cambios en las bacterias del intestino pueden hacer que te resulte más difícil digerir los alimentos, dice Steven Lamm, director médico del Tisch Center for Men’s Health en el NYU Langone Medical Center. Y es más probable que los hombres tomen antiinflamatorios no esteroideos como ibuprofeno para el dolor en las articulaciones. Estos medicamentos vuelven más sensible el revestimiento del estómago. Por último, los hombres mayores tienden a tener reflujo digestivo (también conocido como acidez estomacal). Prueba con esto...
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Ten cuidado con lo que comes. Las comidas picantes son más fáciles de digerir si no comes demasiado ni muy rápido, dice Lamm. Siéntate para comer, come despacio y saborea cada bocado.
Prueba un antiácido de venta libre. Productos de venta sin receta como Tums, Zantac y Pepcid AC funcionan al neutralizar o reducir el ácido estomacal. No hay problema si los tomas por hasta 10 días si te alivian el malestar. Más allá de eso, consulta a un médico para que te haga un diagnóstico.
Actúa de inmediato si... notas sangre en las heces o heces negras. Eso podría significar que tienes una úlcera sangrante.
2. Ya no te despiertas como lo hacías antes
Tu erección matutina aparece con menos frecuencia.
¿La razón? Es probable que sea una disminución normal en los niveles de testosterona. Las erecciones involuntarias mientras dormimos son instigadas por la testosterona, una hormona que disminuye a medida que envejecemos. Siempre y cuando te sientas sano y puedas tener una erección cuando lo desees, es probable que unas cuantas mañanas sin una no sean razón para preocuparse, dice el urólogo Kevin Billups de la Meharry Medical College en Nashville. Prueba con esto...
Pierde barriga. La grasa abdominal hace que el cuerpo produzca menos testosterona. Si tienes los niveles por debajo de lo normal, perder peso en la barriga puede significar una gran diferencia, dice Billups.
Verifica el nivel de testosterona. Si un análisis de sangre demuestra que los niveles son demasiado bajos, el médico podría recetarte suplementos (puede ser un gel, un parche, una inyección o gránulos implantables). Otros síntomas de niveles bajos de testosterona incluyen cansancio, falta de deseo sexual y sobrepeso.
Actúa de inmediato si... no has tenido una erección matutina por meses. Es una señal de disfunción eréctil, que podría indicar que tienes diabetes o presión alta. Consulta a un urólogo.
3. “RRRRRRRRR” durante la noche
Tu cónyuge dice que tus ronquidos se están poniendo peores.
¿La razón? Con la edad, el tejido en las vías respiratorias superiores se afloja más, dice Clete A. Kushida, director médico del Stanford Sleep Medicine Center. Mientras que los ronquidos suaves pueden ser solo una molestia, la apnea del sueño —que causa que dejes de respirar de manera temporal— es una preocupación real, pues te aumenta el riesgo de sufrir presión alta, derrame cerebral y enfermedades del corazón. Prueba con esto...
Sube la cabecera. Eleva la cabecera de la cama unos 30 grados (prueba una almohada triangular o cuña para cama), y usa una almohada corporal para ayudarte a dormir de lado.
Abre mucho la boca. Hacer ejercicios para la boca y la lengua redujo la frecuencia de los ronquidos un 36%, según un estudio reciente publicado en la revista Chest. Estos ejercicios por lo general implican presionar o deslizar la lengua hacia abajo o hacia arriba varias veces. En internet puedes encontrar muchas rutinas de ejercicio.
Pierde unas cuantas libras. El exceso de grasa alrededor del cuello puede empeorar los ronquidos.
Actúa de inmediato si... tienes síntomas de la apnea del sueño: jadeos, tos sofocante o resoplidos que te despiertan; sueño no reparador; y somnolencia grave durante el día.
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