Vida Sana
| Ya sea el resultado de huracanes temibles o de los aumentos en el nivel del mar, las inundaciones suponen una amenaza cada vez mayor para muchas regiones del país, y constituyen un sinfín de peligros para la salud que pueden ser difíciles de recordar a medida que te esfuerzas por secar tu hogar y rescatar tus pertenencias.
Caminar por aguas salobres llenas de cosas tales como aguas negras, residuos industriales y crías de mosquitos te expone a muchísimos peligros. Si tienes alguna herida abierta, puedes contraer tétanos o una infección por estafilococos. Si respiras gotitas de agua contaminadas —especialmente si tienes pulmones comprometidos o si eres mayor— puedes terminar luchando contra la enfermedad del legionario. Si te pica uno de esos insectos nocivos amantes de la humedad cuando se te olvida protegerte con repelente, puedes contraer el virus del Nilo Occidental.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
A medida que las personas regresan a las zonas inundadas después de una evacuación o deben arreglárselas hasta que vuelva la electricidad en su área, muchas de las amenazas más comunes a la salud son infecciones bacterianas —y las enfermedades diarreicas relacionadas— que pueden contraerse al ingerir tan solo pequeñas cantidades de agua o alimentos contaminados en una cocina que se inundó o se quedó sin electricidad.
Según los expertos, dichas infecciones, que incluyen la E. coli y la salmonela, tienden a afectar especialmente a las personas mayores. Por ejemplo, con la E. coli, aunque los adultos saludables pueden recuperarse dentro de una semana, las personas mayores frecuentemente luchan contra la infección por más tiempo y también son más propensas a que la infección progrese a una forma relacionada de insuficiencia renal que ponga en peligro sus vidas.
Para mantenerte seguro, a continuación compartimos los consejos principales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA):
Si existe alguna duda, deséchalo
Desecha alimentos que puedan haber entrado en contacto con el agua de la tormenta o las inundaciones; esto incluye hasta los alimentos en latas de metal que no se hayan desinfectado con una solución de agua con cloro. Las etiquetas pueden albergar la bacteria E. coli.
Desecha los alimentos perecederos que no se hayan refrigerado debidamente al faltar la electricidad. Después de un apagón, el refrigerador mantiene los alimentos a una temperatura fría segura por unas cuatro horas si no se abre. No es mucho tiempo, lo que significa que probablemente botarás mucha comida.
Un congelador lleno mantiene una temperatura segura por aproximadamente 48 horas si la puerta permanece cerrada. Un congelador medio lleno mantiene una temperatura segura por la mitad de este tiempo. Si puedes planear con anticipación, tener hielo seco a mano prolongará el tiempo que la temperatura se mantenga lo suficientemente fría.
También te puede interesar
Cómo prepararte para un huracán
Precauciones de seguridad para ti y tu familia.