Vida Sana
Un derrame cerebral puede ser mortal —y si no te causa la muerte, puede dejarte con discapacidades graves y a menudo permanentes—. Por eso, cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó en 1996 un poderoso medicamento para eliminar coágulos conocido como activador del plasminógeno tisular (tPA), se cambió el rumbo del tratamiento de los derrames cerebrales isquémicos, que aquejan a unas 795,000 personas al año en Estados Unidos.
Adelantemos hasta lo que sucede hoy en día: muchos candidatos para el tPA no reciben este medicamento. De hecho, de 61,698 pacientes que tuvieron un derrame cerebral isquémico en fase aguda, eran candidatos para recibir el medicamento y llegaron al hospital en menos de dos horas del comienzo de los síntomas, el 25% no recibieron tratamiento con el tPA dentro de tres horas, según un estudio publicado en el número de octubre del 2016 de la revista Neurology. Esto a pesar de que la American Stroke Association y la American Heart Association afirman que se debe dar el tPA a los pacientes que padezcan un derrame cerebral isquémico en fase aguda y reúnan los requisitos para recibir este medicamento, dentro de un plazo de tres horas del inicio del derrame.
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¿Por qué no se está dando este medicamento de manera más sistemática? Una de las razones: muchos hospitales no están preparados para administrar el tPA. “No cuentan con un equipo especializado en derrames cerebrales que pueda garantizar la evaluación rápida del paciente, la obtención rápida de la tomografía computarizada y los estudios de laboratorio [como pruebas de sangre para medir la glucosa, el tiempo de coagulación y la cifra de plaquetas] que se requieren antes de administrar el tPA, y luego la toma rápida de decisiones”, explica el Dr. Howard Kirschner, profesor y vicepresidente del departamento de neurología de Vanderbilt University Medical Center en Nashville. “Los centros para tratamiento de derrames cerebrales tienen un equipo listo para hacer esto; muchos hospitales rurales no lo tienen”.
Kirschner dice que algunos médicos de emergencias no están muy dispuestos a decidir si se le dará el tPA a alguien que tuvo un derrame cerebral isquémico, dado que este medicamento presenta un riesgo del 6% de causar hemorragia. Los médicos de sala de emergencias quieren que un neurólogo tome esa decisión.
Además, el tPA solo se usa para los derrames cerebrales isquémicos, el tipo más común de estos derrames, en el que un coágulo bloquea el flujo de la sangre a parte del cerebro. No se utiliza para los derrames cerebrales hemorrágicos, que ocurren cuando un vaso sanguíneo debilitado ubicado en o cerca del cerebro se revienta, causando una hemorragia en el cerebro. Para este tipo de derrames, el tPA empeoraría la hemorragia.
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