Vida Sana
Si disfrutas de una copa de vino o de un cóctel por la noche, quizá te alegren los siguientes titulares: “Una copa de vino al día reduce el riesgo de muerte prematura”, “Quienes beben con moderación viven más tiempo que los abstemios”, “Quienes beben ocasionalmente corren menos riesgo de padecer enfermedades cardíacas, derrame cerebral y diabetes”.
Sin embargo, los beneficios que la bebida aporta a la salud pueden no ser tan claros y, a su vez, los riesgos son difíciles de ignorar.
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“El riesgo de casi todos los efectos nocivos del alcohol comienza básicamente con la primera bebida, y a partir de ahí aumenta en línea recta”, señala el Dr. Nick Sheron, hepatólogo y profesor invitado de King’s College London. “No obstante, la inexplicable reducción de la mortalidad en quienes beben poco podría deberse al alcohol o podría deberse a otro factor”.
Una nueva investigación sugiere que los riesgos del consumo de alcohol —tanto moderado como leve— pueden superar los supuestos beneficios, y que cuando se trata de ciertos riesgos para la salud, en realidad puede no existir un nivel de consumo de alcohol que no tenga riesgo.
Los beneficios del alcohol no son tan claros
Hace ya bastante tiempo que el consumo moderado de alcohol —sobre todo una copa de vino tinto por la noche— se considera un hábito saludable que te podría ayudar a vivir un poco más que las personas que no beben en absoluto. El aumento de la expectativa de vida que se observa entre quienes beben poco o con moderación en comparación con las personas que no consumen alcohol se debe principalmente a un menor índice de cardiopatías y, posiblemente, de derrame cerebral y diabetes.
Las enfermedades cardíacas son la causa principal de muerte en Estados Unidos y aumentan el riesgo de sufrir un derrame cerebral. La diabetes aumenta el riesgo de padecer ambas enfermedades. Por lo tanto, cabe imaginar que la reducción del riesgo de estos tres trastornos prolongaría la vida por encima de la expectativa media en el país.
“Una pequeña cantidad de alcohol reduce el riesgo de padecer estas enfermedades en comparación con la abstinencia, pero una vez que aumenta el consumo de alcohol, también aumenta el riesgo”, explica Dana Bryazka, investigadora del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud de University of Washington.
Ahora bien, ¿esa copa de vino diaria se merece todo el mérito de prolongar la vida, o hay otro factor en las personas que beben solo con moderación?
Algunas teorías sobre los supuestos beneficios del vino para la salud sugieren que reduce el nivel de inflamación, un factor que contribuye a numerosas enfermedades crónicas y el cáncer. Sin embargo, los resultados de los estudios que intentan comprobar esa teoría son contradictorios, por lo cual los investigadores exploran otras posibles razones que expliquen la relación entre el consumo moderado de alcohol y un mejor estado de salud.
“Quienes beben de forma moderada suelen tener una mejor situación socioeconómica [que los abstemios o los bebedores empedernidos] y, por lo tanto, su salud también es mejor”, indica Sheron.
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