Vida Sana
No es necesario perder mucho: deshacerte incluso de una cantidad moderada de peso —estamos hablando del 5 al 10% de tu peso corporal total, si tienes exceso de peso— puede tener grandes beneficios para la salud. Y nuevas investigaciones sugieren que estos beneficios pueden durar varios años, incluso si recuperas lentamente parte del peso.
Un estudio publicado en la revista Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes (en inglés) examinó los resultados de 124 ensayos clínicos con más de 50,000 participantes. Los investigadores descubrieron que quienes perdieron peso a través de lo que se conoce como programas intensivos de pérdida de peso con intervención conductual —que a menudo incorporan dieta y ejercicio, junto con apoyo profesional o de otros participantes— tenían factores de riesgo más bajos de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 que las personas que participaron en programas menos intensivos o que no participaron en ningún programa. Además, estos marcadores mejorados duraron al menos cinco años, incluso si se recuperó algo de peso.
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Conexión entre la pérdida de peso y la salud cardíaca
El impacto de estos hallazgos, explica el científico especializado en nutrición Chris Gardner, es de gran alcance. “Este es uno de los países con más sobrepeso del mundo, lo cual está paralizando nuestro sistema de atención médica y está afectando seriamente la calidad de nuestras vidas a medida que envejecemos”, dice Gardner, profesor de Medicina en Stanford y presidente del Comité de Nutrición de la Asociación Americana del Corazón.
En Estados Unidos, aproximadamente 2 de cada 3 adultos tienen sobrepeso u obesidad, ambos factores de riesgo de muchas enfermedades graves, incluidas cardiopatías y derrames cerebrales, dos de las principales causas de muerte. Estos problemas de salud son una carga, especialmente para los adultos mayores.
“El panorama general apunta claramente a que debemos tomar medidas, en particular con respecto a la dieta y al ejercicio”, dice Gardner, y destaca la importancia de prevenir las enfermedades prematuras.
Los investigadores del estudio descubrieron que los participantes en los programas intensivos vieron, en promedio:
- Una caída de 1.5 mm Hg (milímetros de mercurio) en su presión arterial sistólica (el valor superior de la lectura) un año después de perder peso. Este valor se mantuvo 0.4 mm Hg más bajo cinco años después. La Asociación Americana del Corazón considera que la presión arterial normal debe incluir un valor de menos de 120 para la lectura sistólica y de menos de 80 para la lectura diastólica (el número inferior).
- El porcentaje de HbA1c, una prueba que muestra tus niveles promedio de azúcar en la sangre, se redujo en 0.26 en las mediciones de uno y cinco años.
- La proporción de colesterol total a colesterol bueno fue 1.5 puntos más baja en las mediciones de uno y cinco años.