Vida Sana
| Cuando la mayoría de las personas piensan en yoga, piensan en bienestar y relajación, no en acondicionamiento físico. Si bien el yoga tiene mucho de respiración profunda, meditación y estiramientos suaves —todos ellos con efectos comprobados, desde el alivio del estrés hasta la reducción del dolor crónico—, también es un completo y eficaz programa de ejercicio corporal para personas de todas las edades y niveles de acondicionamiento.
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El yoga, una serie de movimientos o “asanas” que se originaron en la India hace más de 5,000 años, es una rutina de entrenamiento de bajo impacto que da resultados. El nombre se origina en la palabra sánscrita “yuji”, que significa conjunción o unión de cuerpo y mente.
La práctica de yoga desarrolla la fortaleza, la flexibilidad y el equilibrio sin poner presión sobre las articulaciones. Los estudios demuestran constantemente que esta actividad física de resistencia ayuda a desacelerar la pérdida ósea, lo cual reduce el riesgo de osteoporosis, especialmente en las mujeres posmenopáusicas.
Y cuando se realiza en una serie de movimientos continuos y fluidos, mejora la resistencia cardiovascular. Además, la práctica regular de yoga ha demostrado mejorar el estado mental en áreas como la memoria, la claridad y la concentración. Un estudio hasta mostró beneficios acumulativos en quienes ya tenían una deficiencia cognitiva leve.
Comenzar a practicar yoga es más fácil de lo que puedes pensar. Hay clases en una gran variedad de niveles y la práctica pone énfasis en hacer que las poses se adapten a cada individuo y generen buenos resultados.
“El yoga se puede adaptar 100% a cada persona”, explica la instructora de yoga y experta en bienestar Lorraine C. Ladish. “Una misma pose se puede hacer restauradora y relajante mediante accesorios como cojines o colchonetas para yoga, o se puede convertir en una pose de fuerza al utilizar la propia resistencia del cuerpo para sostenerla". También hay muchísimas clases de yoga suave en las que es posible utilizar una silla para obtener apoyo adicional.
Establecer una rutina puede ser tan simple como desplegar una colchoneta y seguir un video de yoga. A partir de allí, puedes combinar y alternar las sesiones en casa con clases en un estudio. Pero la clave para ver los muchos beneficios del yoga es la constancia. Aunque, como dice Ladish, "algo de yoga es mejor que nada de yoga".
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